sábado, 29 de marzo de 2014

MANO TIGRE VS MANO BURRO


MANO TIGRE VS MANO BURRO
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Caribeño Colombiano








Mano Gollo tenía sembrado un cuarterón de maíz cariaco,  dos cuarterones de arroz y un cuarterón de ajonjolí, en una parcela que quedaba a 10 kilómetros del pueblo, distancia que recorría todos los días en la mañana y en la tarde en su burro bayo.

Se hacía acompañar de cinco perros barcinos que una perra vieja dejo abandonados por irse detrás de un can nuevo y de buena raza, además de los perros había en la parcela un tigrillo recién nacido recogido en el camino por Gollo, al cual  alimentaba con un tetero de leche de ganado de la finca cercana.

Los perros estaban celosos porque al tigrillo le daban leche y a ellos los tiraban al monte a ver que conseguían para alimentarse.

Un día hablaron con el burro bayo y le comentaron que mano Gollo no quería fiesta con el tigrillo, en cambio a ellos que todos los días le cuidaban la parcela y espantaban los yolofos y los saínos que arrancaban el maíz y el arroz, además tío burro a usted que es un señor serio lo tiene amarrado a soca corta y apurado puede coger un bocado de hierba fresca de aquel lado de la cerca.

El burro que es burro al fin encendió motores, rompió la soga, rebuznó, se tiró tres yerberos y cogió playón, los perros al ver la rebeldía del burro también se fueron detrás del animal, cuando mano Gollo salió en la tardecita de limpiar la roza ya los animales no estaban menos el tigrillo a quien subieron sobre el burro y se marcharon.

Discutían los animales en el camino que iban a hacer con el tigrillo recién nacido, los perros decían: ‘mátalo tío burro para que se acabe la pendejada, mira que ellos se comen a los burros, tú vas  a ser el primero en morir cuando este animal crezca’.

Tío Burro a pesar de su ignorancia decidió pegárselo a una vaca que estaba recién parida, ella lo podía alimentar hasta que el felino se defendiera solo.

Les amaneció a los animales lejos de la parcela de donde salieron la tarde anterior, ya estaban cansados, hambrientos y con mucha sed, tío burro halló un peladero con buena arena fresca y allí se tiro a bañarse y le dijo a los perros, de aquí no camino más, si ustedes quieren lárguense, yo me voy a devolver.

Los perros siguieron su camino y mano burro se durmió plácidamente en ese sitio tan especial, sin medir el peligro de que esa es zona de tigres, tigrillos y leones y él era su presa favorita.

No había transcurrido quince minutos, cuando de la maleza apareció tío tigre, hambriento y en su olfato olía a burro trasnochado, seguía tío burro en el primer sueño,  donde veía que un tigre de pintas blancas menuditas se le acercaba y le pelaba los enormes dientes que el conto uno por uno para un total de treinta y dos.

Mandíbula larga, garras afiladas y colmillos blancos, cabeza grande como totuma de guardar semillas, a todas esas tío burro se despertó, miro a su alrededor, se le erizaron los pelos y sintió miedo, pánico, presentía que dos enormes ojos lo miraban.

Conservo la calma y se dijo yo me voy trato de devolverse por donde vino y en ese instante una voz gruesa le dijo, para dónde vas burro viejo, ya estás muerto.

Los perros en el camino discutieron porque unos decían que no han debido dejar a tío burro solo a merced de los tigres y decidieron devolverse a buscarlo y protegerlo.

Llegando ellos y se va formando una pelea entre tío burro y tío tigre, el primero a defenderse y el segundo a comérselo, el perro mayor de la manada le dijo a sus compañeros: “No se metan esa pelea es entre los dos, si vemos que  tío burro va perdiendo la pelea cogemos a ese tigre y lo descuartizamos”.

Pelearon todo el día los dos animales, gancho de derecha del burro y garras de izquierda del tigre, patadas voladoras del burro que se perdían a la distancia porque tío tigre se agachaba, la pelea seguía pareja, sin embargo a tío tigre le olía a tigrillo recién nacido y paró la pelea.

Tío tigre le preguntó a tío burro que porque él olía a tigrillo, a lo que tío burro le contesto que ellos señalando a los perros que estaban a la distancia habían recogido un tigrillo y se lo habían colocado a una vaca para que lo alimentara y no se muriera.

No crean que por eso se van a salvar de mis garras y arremetió contra los cinco perros que se abrieron a pelear dispuestos a ganarse a tío tigre como fuera, uno atacaba al tigre de frente y los otros por la cola, hasta cansarlo y dejarlo tendido sin fuerzas, cogieron un cáñamo y lo amarraron, se lo subieron al burro y retornaron a la parcela donde los esperaba su amo, que elaboro una jaula de madera antes que despertara el tigre ya estaba enjaulado, contactaron al domador del circo y se lo vendieron por un buen dinero que el amo repartió entre los cinco perros y el burro bayo.

Pasado un tiempo se encontró el burro con tío tigre y este le dijo al domador que sería bueno y rentable montar una pelea en el circo entre él y tío burro, cosa que le sonó al domador, hablo con tío burro y le propuso un buen dinero, tío burro hablo con sus amigos los cinco barcino y estos se convirtieron en manager.

Anunciaron con megáfonos por las calles del pueblo una pelea entre tío tigre y tío burro en la placita donde se encontraba el circo a las ocho de la noche.

Masivamente acudieron a tan desproporcionada pelea, que daban por ganador a tío tigre que se encontraba enjaulado, trajeron a tío burro quien venía preparado para ganar la pelea, ya los perros lo habían entrenado y tenían un plan en caso que tío burro fuera perdiendo la pelea.

Tío gallo era el réferi, burro vs tigre al centro del cuadrilátero, un redondel de madera con piso de tierra lisa de color blanco marfil, de esa que hace arder los ojos.

Las apuestas fueron altas por su puesto a favor de tío tigre que en el round cinco iba ganando la pelea, ya tío burro tenía las dos orejas desgarradas a peso de zarpazos y  tres costillas zafadas que le impedían respirar bien, tío tigre sangraba a chorros por la nariz, tenía un ojo tapado de la hinchazón del casco del burro, en ese preciso momento el burro dio media vuelta de campana y con sus cascos traseros le tiro un puñado de tierra al tigre quien quedo ciego, dio la espalda y quedó  fuera de combate.

Tio gallo como pudo le alzó  una de las patas delanteras a tío burro y lo dio como ganador, los perros cobraron el dinero y se marcharon de inmediato del pueblo y hasta el sol de hoy, no se ha sabido más de ellos, tío burro sigue en su rutina de ir a la parcela, sogueado a pita larga ya disfruta de la hermosa yerba verdecita, apareció tío tigrillo ya hecho un hombrecito y cuida de su amigo el burro bayo, que un día le salvo la vida.


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