sábado, 26 de septiembre de 2015

EL CONEJO DE OREJAS CORTAS

EL CONEJO DE OREJAS CORTAS
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe

Regiio Rizzo Ponte vivía con su esposa en los viñedos de oriente en Rusia, él conoció a su esposa en un tren de cercanías, ahora se encontraban en un refugio de concentración, se hablaban y se entendían, juraron que si de esa guerra salían con vida unirían sus corazones para siempre y que se trasladarían a otro país donde nadie los conociera.

Primero soltaron a Aggata quien buscó el puerto marítimo y se embarcó en un rustico barco sin rumbo fijo, la asignaron a la cocina del barco y siempre que llegaban a un puerto la escondían en el cuarto de máquinas donde venían más personas con destino a Suramérica.

Al llegar a Suramérica iban dejando personal en cada puerto, a Aggata la dejaron en el golfo de morrosquillo, de allí tomo una chiva de palo y fue a dar al centro de bolívar, donde se ganaba la vida echándole  la suerte a las personas por medio de la lectura de la mano, fue un éxito de trabajo y progreso total, compró casa, montó un almacén de telas y confecciones y ya era una empresaria, su negocio se llamaba Regiio Pizzo, en honor a ese gran hombre que conoció años atrás.

Mientras tanto Regiio buscaba la manera de salir del centro de refugio donde los tenían mientras se arreglaban las cosas en la nación, Basco un amigo de Regiio le propuso consultar con una señora que se encontraba del otro lado de la alambrada, ella era adivina y convertía a las personas en animales, lo malo de esto era que no sabía cómo volverlas a su estado original, el que se sometía, quedaba siendo un animal para siempre.

A los pocos días estaba la señora haciendo su trabajo y los dos amigos acordaron convertirse en conejos, Basco pidió ser un gran conejo de color gris y orejas grandes viviría en su parcela con una escopeta de tiro 16 de dos cañones, el que intente entrar será hombre muerto, cultivará yuca, maíz y malanga.

Regiio deseaba ser un conejo pequeño con las orejas cortas para distinguirse de los demás que tienen sus orejas largas, de color blanco algodón y buscaría por todo el mundo a su amada Aggata, cueste lo que cueste y salga por donde salgare.

A los quince días de estar la señora trabajando dio resultado, los dos hombres se convirtieron en conejos, con mente de humano, pensantes y tomando decisiones de sus vidas, ambos partieron a puntos distintos de acuerdo a lo planeado, la señora sacó un viejo mapa y le señaló a Regiio el punto exacto y las coordenadas donde se encontraba Aggata y en sueños le reveló a la mujer que su esposo la estaba buscando, lo que no le dijo era que se había convertido en conejo.

Ciento ochenta días duró Regiio metido en el almacén de provisiones de un Barco Mercante que venía con destino el puerto marítimo de Santa Marta Colombia Suramérica, con sigilo e inteligencia sacaba su comida de las cajas empacadas sin dejar huellas ni rastros solo que a los pocos días de haber llegado el barco a su destino y entregar la mercancía a sus dueños, las cajas registraban faltantes, sobre todo las de vino.

Ya en tierra firme y seguro, Regiio se orientó y tomo rumbo al golfo y en una embarcación de pescadores llegó al puerto turístico de Tolú y de allí a un hermoso pueblo rodeado de ensenadas de agua dulce.

En la plaza principal, le preguntó a una paloma casera donde vivía una señora de nariz larga alta, blanca de nombre Aggata, el ave de corto vuelo le enseñó el camino y lo dejo escondido en el jardín de la casa, allí permaneció hasta que el sol se ocultó en el poniente, cuando Aggata fue a cerrar el almacén, Regiio se coló y se escondió debajo de la cama de la alcoba de la hermosa mujer.

Cuando el reloj biológico de Pura Raza, el gallo basto de Aggata cantó por segunda vez, Regiio se le subió a la cama de Aggata y esta al sentir al animal metió la mano debajo de la almohada y sacó el revolver magnum calibre 45 y ya lo tenía a punto de mira telescópica, cuando Regiio grito, “No me mates Aggata no me dispares soy Regiio”.

Y le contó a su esposa como se convirtió en Conejo y porque de sus orejas, como fue que dio con ella y ahora a resolver el problema del conejo a humano.

Como Aggata también se las traía y había sido discípula de la señora del refugio, salió a la capital y trajo conjuros y a los pocos meses Regiio era un hombre pequeño con sus orejas de conejo recortadas, su cara de conejo, sus dientes de conejo y su hablado delgadito, pero al fin un hombre, y como en nuestros pueblos caribe, nadie se salva de un sobre-nombre lo llamaban “El Conejo de orejas Cortas”.







domingo, 20 de septiembre de 2015

HOY, EN AMOR Y AMISTAD

HOY, EN AMOR Y AMISTAD
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano – Región Caribe.

Había una hermosa Princesa en el resguardo indígena Zenu, en la hermosa región del Cacique Tacazuan, a orillas del majestuoso río San Jorge, vestía atuendos tejidos por la etnia, cubierto de polvo de oro de veinticuatro quilates, era blanca de color, con una cabellera negra, finalizando debajo de las rodillas, nariz larga delgada, ojos achinados, pómulos salientes, pintados de rayas blancas, azules y rojas en forma vertical.

Un ejército de hombres la custodiaban, una corte de mujeres la atendían en todas sus manifestaciones de hacer y querer, había órdenes precisas del Cacique a que ningún particular de la etnia podía mirarla y todos sus súbditos le hacían la venia.

Una mañana cuando el astro rey tendía su manto de filamentos incandescentes y el pito atravesado del indígena Mayepo sonaba y los tambores retumbaban en un rito especial en la plaza de ceremonias, apareció el Príncipe Ituango, enemigo de la familia real de la Princesa con quien jugaba cuando estaban niños.

Venia el Príncipe en un ave pavo real que expandía sus enormes alas ocupando toda la plaza, aterrizó bruscamente, se bajó, tomo con mucho cuidado a la Princesa, la subió por las alas del ave y se marcharon, los súbditos no pudieron hacer nada, porque la etnia no usaba armas peligrosas.

Le dieron aviso al Cacique padre y armaron el ejército en busca de la hermosa Princesa, que en brazos del Príncipe se encontraba, retumbaron los tambores, los caracoles y cachos de res y en un rito sagrado llegaron donde estaba cautiva la princesa Zenu.

El protocolo ofrecido por parte del Cacique padre del Príncipe fue aceptado por parte del cacique Tacazuan, se arreglaron y se alistaron para la gran boda que surgió de una bonita amistad entre los dos niños y jóvenes cuando la etnia era una sola, cuando primaba la amistad y el amor entre los pueblos indígenas de la Costa Caribe, antes de que llegaran los adelantados españoles.

Un mes con sus horas de sesenta minutos, sus días y sus cuatro semanas duró el festejo, un mil Kilos de oro puro le regaron a la reina en su cuerpo, tres hectáreas de yuca, cinco mil matas de cuatro filos, quinientos kilos de ahuyamas, el lomo del toro negro de Palitos por última vez fue a la gran olla de sancocho trifásico, cinco mil gallinas criollas pescuezo pelado y quinientos veinte cerdos criollos, alimentados con maíz cariaco, más cinco hectáreas de arroz subido, fueron los ingredientes utilizados para alimentar a las dos etnias en el gran matrimonio el día del amor y la amistad entre dos pueblos hermanos, unidos por las costumbres, las riquezas espirituales y culturales y el gran amor entre el Príncipe  y la Princesa de nuestra etnia Zenu en las orillas de las ciénagas de Machado, Cholen y Olaya.

Feliz día del amor y amistad para mis amigos y amigas de verdad, que me llevan en el alma y su corazón palpita con mi presencia, a mi etnia Zenu, a quienes llevan la sangre del gran Cacique Tacazuan en la Región de la Marquesita, La Villa de San Benito Abad.


sábado, 12 de septiembre de 2015

ENTRE LAS VERDES Y LAS MADURAS

ENTRE LAS VERDES Y LAS MADURAS
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe

Prospero, Inocencio, Gaspar y Marielvira, son cuatro hermanos que Vivían en un pequeño poblado anfibio, en compañía de su madre, protegidos por su tío materno, porque a decir verdad, su padre no era un determinador en el hogar, cuenta Gaspar el tercero de los cuatro hermanos, que en el patio de su casa sembraban todo lo relacionado con pan coger y de eso se alimentaban, su tío Pancracio sembraba arroz que vendía en la población de edificios, no había que comprar casi nada eran autosuficientes en el hogar, de pronto llegaban a la tienda a buscar lo que hacía falta para la comidas del día y eso era a base de trueque.

Contábamos con mi tío Pancracio, el hacía las veces de padre, no sé porque lo mataron, lo trajeron en una hamaca, con cinco tiros de fusil, yo pensé que venía dormido, llegó mucha gente al entierro, mi mamá decía que nos quitaron el sostén del hogar, Prospero con un cuarto de primaria, Inocencio con tercero, mi persona solo podía deletrear y la niña solo empezando a caminar.

En el invierno fuerte el agua del majestuoso río, se metía en la casa y había que hacer tambos para poder vivir la temporada, pareciera una exageración pero con anzuelos y atarrayas pescábamos desde la sala de la casa y sacábamos bocachicos, bagres y pacoras, moncholos y doncellas, cuando íbamos para la población de los edificios en una chalupa o en yonson los sábalos saltaban del agua y caían dentro de la canoa, era una abundancia total que a pesar de las condiciones de vida que llevábamos vivíamos bien.

A los cinco días de enterrar a mi tío Pancracio, mamá estaba empacando en cajas de cartón la ropa y otros enseres y salimos a la población y de allí cogimos un bus grande que roncaba, los tres pavos que nos trajimos los metieron en la parte de atrás del bus en un deposito con rejillas, y vinimos a parar a una gran ciudad, la ciudad de las luces, de las casas de colores, de música y alegría, donde la gente baila en las calles, donde hay que comprar hasta un limón, hay que pagar los recibos de agua, luz.

Nos alojamos los cinco en casa de mi tía Ninfa una hermana de mi papá, esa casa era bonita y grande pero no se podía jugar dentro de ella ni tirar la saliva en el piso, tampoco se podía pescar, las matas eran de adorno, no daban frutos, no había mango, níspero y ciruela, los pajaritos estaban encerrados en jaulas, no eran libres al igual que nosotros, todo era distinto para nosotros, ese era otro mundo, nos prohibieron salir a la calle, porque nos podía atropellar los carros que pasaban a velocidad de una chalupa.

Un día mi tía Ninfa me dijo que atravesara la calle con mucho cuidado y le comprara un Plátano en la tienda y llegue a la farmacia de la esquina a comprar el plátano, era la única tienda que había visto alrededor de la casa y como allá en el pueblo todo se vende junto en la tienda.

A los pocos tiempos de vivir en casa de mi tía Ninfa, ella estaba molesta con nosotros, decía que no éramos humanos por el comportamiento que presentábamos y le dijo a mi mamá que se mudara, en ese tiempo había una invasión de terreno bien al sur allá llegó mamá con Prospero mi hermano mayor y compraron un terrenito y allí levantaron una casa con palos y cartón y allí nos metimos los cinco, siempre nuestra madre nos decía que había que estudiar y salir adelante, que no debíamos de portarnos mal y ser bien educados, que la pobreza es riqueza cada vez que tu frente este en alto.

Y para terminarles el cuento el taxista Gaspar, que nos trasladó de un centro comercial del sur de la ciudad donde bailan en las calles, nos dijo que sus dos hermanos mayores se fueron para Venezuela y cuando regresaron construyeron una media agua en material, a los pocos días a su humilde vivienda que ya era una pieza de material llegó un señor y nos dijo que si queríamos estudiar en el Sena, anotaron en una planilla a Prospero e Inocencio, el primero estudiaría Mecánica de Motores y el segundo Electricidad.

Así fuimos mejorando la calidad de vida, a mi hermano mayor lo emplearon en una empresa de la zona franca y después se fue para la Drumon, entre todos le construimos una buena casa a mi mamá con patio y sembrados como allá en el pueblo, al frente de la casa construyeron una urbanización y el entorno mejoró, todos nos casamos y trabajamos, este taxi es de mi hermano mayor, el me ayuda a ganarme la vida, valió la pena tanto sacrificio, pero mis recuerdos están intactos en mi mente de mi bello pueblo, mientras Gaspar narraba su historia de vida, mi esposa que venía a mi lado, trenzando su brazo con el mío, me miraba y sonreía, doce mil pesos costó esa carrera de taxi aquí en la ciudad de la alegría, después de cancelarle al taxista Gaspar le entregué una tarjeta de presentación personal, con la dirección de mi Blog: entrecuentosporrosyfandangos.blogspot.com, para que lea mis cuentos que como el  de Gaspar, los de Gabriel García Márquez, David Sánchez Juliao, el compae Pello y Reinaldo Ruiz Arrieta, salen del alma y enriquecen el acervo cultural de nuestros pueblos de la región Caribe Colombiana.

Gaspar y mi persona somos de la misma región, tenemos muchas cosas de vida en común y ambos llegamos a la Arenosa a buscar mejor forma de vida y extrañamos ese sábalo saltando del agua con una fuerza tan grande que peligraba la embarcación, a ambos nos hace falta el arroz subido, los cuatro filos y la cosecha de pan coger en el patio de la casa, sembradas por esas manos arrugadas de nuestra mamá.


sábado, 5 de septiembre de 2015

UN SUEÑO JURÍDICO PENAL

UN SUEÑO JURÍDICO PENAL
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano Región Caribe

Jorge Brecht era un abogado penalista litigante, profesor universitario, Magister- Doctorado en derecho Penal, una biblia en derecho, capaz de meterse en la cárcel y acusarse culpable por un crimen no cometido, para darse el placer de defenderse, un investigador de sus casos por eso nunca perdió uno en los tribunales de Justicia de los Estados Unidos de América, en las salas de jurados, jugaba con sus elocuciones preparaba  a sus testigos a decir solo lo que a él le convenía.

A Jimmy Soler, lo capturó la policía del condado de nueva york, acusado de sustraer un rollo de alambre de cobre de unos mil metros lineales y la muerte de dos celadores de la compañía Cables y líneas, la autoridad policial lo presionaba para que confesara el crimen, tenía la cara desfigurada los dedos de las manos hinchados de los golpes que recibió al no confesar la verdad, una verdad que no existió.

El Doctor Breht, recibió una carta en su despacho, era del condenado Jimmy Soler, que al pie de la letra decía:

Estimado Doctor Jorge Breht: Le escribo esta como una última apelación desesperada. No lo conozco personalmente y por supuesto que usted tampoco me conoce a mí,. Me acusan de homicidio pero soy inocente. Fui sentenciado a “cincuenta años a cadena perpetua en Sing Sing”. He luchado durante cinco años para obtener mi libertad. Mis amigos reunieron un fondo para mi defensa pero ya se agotó. ¿Me ayudará usted?.
                                                      Jimmy Soler Hoffman.

Lo primero que hizo el abogado Breth, fue visitar en la cárcel de la calle Raymond a Jimmy Soler. No tenía en lo absoluto la impresión de que un hombre inocente fuera o hubiera sido injustamente sentenciado. La protesta de Jimmy a cerca de su inocencia no afectaba a el abogado, cuando se trataba de criminales y raqueteros era un escéptico completo y su actitud hacia ellos era de un despectivo completo, no comía de cuentos el ducho abogado, que con calma y paciencia escucho de boca del acusado lo que sucedió esa noche fría a las dos de la mañana de un cinco de septiembre de 1875. Y le prometió a Jimmy que lo iba a sacar de la cárcel y probaría su inocencia con la verdad.

Ese mismo día que hablo en la cárcel con el acusado y sentenciado Jimmy Soler, se dirigió a la sala del tribunal y con su tarjeta profesional en mano, más el poder firmado por el acusado para su defensa ad honoren, pidió los expedientes del condenado y toda la noche leyó y repaso la condena de los Jurados, quienes votaron a favor y en contra, que argumentó el Fiscal y que dijo el abogado defensor en ese caso Marco Pinosa.

Al tercer día de tener el poder de la defensa el Doctor Breht, hacía gala de su astucia e inteligencia para ganar el caso de Jimmy, se vistió de Policía del Condado y junto a su Abogado auxiliar se le metieron a la fábrica donde años antes sucedió el hecho criminal.

Interrogaron a los posibles implicados o cómplices internos del hecho punible, los apretó para que hablaran con la verdad, les exprimió el cerebro y cada uno fue confesando la verdad, incluyendo al manager de la empresa, a cambio de su empleo y una condena justa, que sacaría de la cárcel a un inocente obrero de botas y overol.

Ya con sus pruebas recogidas a través de la investigación, porque los abogados litigantes deben ser investigadores, salir a buscar las pruebas que den como resultado una justa condena o en su defecto una declaración de inocencia.

El Doctor Breth con sus pruebas en mano, pidió al juez Dalton, reabrir el caso de Jimmy Soler, y fijaron Audiencia para los quince días siguientes, día y noche el Abogado Penalista estudiaba la defensa de su poderdante, estaba seguro que Jimmy no mataba ni una mosca, por su hablar, mirar y su timidez observada en la cárcel de la calle Raymond.

Al cambio del Fiscal, Breth, cita al estrado a los testigos de la pasada audiencia y fue desmenuzándolos, desenmascarándolos de su vil cuartada, el fiscal se quedó sin testigos y el defensor de Jimmy citó a los nuevos testigos investigados por el dentro de la fábrica donde sucedieron los hechos. Argumento el Abogado Breth que la acusación original había sido impropiamente formulada ya que se acusaba a Jimmy de que había matado a los dos compañeros, que solo era una presunción porque las pruebas y los requisitos de pesquisas de los investigadores no concluían esta afirmación.

Las pruebas las tenía el Juez, quien se las paso a los doce jurados de conciencia de la sala penal. Los testigos confesaron la verdad e inculparon al manager como el Autor intelectual y a Doger Simpson, Carlos Picca, Dosier Moller como los incriminados materiales. El Manager no gustaba de su empleado Jimmy porque se sabía la letra menuda del derecho Laboral y cada reclamo del empleado le representaba un dinero en dólares que iban a para a sus bolsillos, era un estafador y los tres empleados cómplices del crimen de Barce y Candelario operarios de las calderas donde se fundían los minerales de cobre para hacer alambres entorchados, actividad de la gran fábrica.

Los Jurados de Conciencias condenaron al Manager a cuarenta y ocho  años de cadena perpetua y a los tres cómplices a veinte años de cárcel a cada uno. Jimmy Soler fue absuelto de todo cargo indemnizado y pensionado de la fábrica de Cables y Líneas.

El Fiscal no estaba contento con el veredicto. Tampoco los Periódicos, prácticamente nadie pensaba que Jimmy Soler fuera inocente, después de haber sido condenado a cincuenta años de cadena perpetua a sus cincuenta y dos años de edad..

El Doctor Jorge Breth Hinojoza era el más espectacular de los abogados penalistas de Nueva York. Había defendido docenas de hombres y mujeres acusados de homicidio en primer grado y ni uno solo había ido a la silla eléctrica. Era maestro en su oficio y había opacado a los abogados defensores que brillaban cuando él comenzó a ejercer. Podía ya escoger su clientela, pero luchó siempre con uñas y dientes cual felino León, por cada uno de sus representados, en esos instantes eran las cuatro de la mañana, cantó el gallo fino en el patio de mi casa y todas las gallinas se tiraron del palo de totumo, mi esposa me codeo sin culpas al revolverse y yo, Jorge Breth Hinojoza, abogado, escritor de cuentos, Colombiano de la hermosa Región Caribe, con una sutil sonrisa me desperté de ese hermoso sueño Jurídico Penal, en el Condado de Nueva York, bajo la lupa de doce Jurados de conciencia.

“Para el que tiene miedo, todas las cosas rechinan”. Sófocles.