domingo, 26 de junio de 2022

BANDADAS DE COTORRAS (Cuentos y fabulas).

 


BANDADAS DE COTORRAS (Cuentos y fabulas).
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor


Todos los días a las 06:30 am, desde el Balcón de mi Hogar, Observo una Bandada de Cotorras en su peregrinar hacia el sur, en busca de alimentos, unas dos millar, van en parejas de hembra y macho, fieles hasta su muerte, llevan una larga conversación y no hay alma que las silencien, son de color verde verde, tienen una musculatura que les permite volar trayectos largos  remontar líneas de conducciones eléctricas como las de Corelca, corrientes de vientos alisios,  siempre me he preguntado, que hablan, que discuten, en su jerarquía, quien manda a quien, si hablan de política, futbol o religión, temas álgidos que dan a discusión.
Un día en particular observo que se devolvieron a su hábitat nocturno, después a los minutos regresaron vía al sur, concluyendo que se desorientaron y se separaron de las demás, ese día me entristecí, recordaba a San Francisco de Asís, en el pasaje de la historia sagrada, rodeado de aves, la cuestión no quedó allí, una tarde veo en el balcón una hermosa cotorrita que me hablaba, me acerque con sumo cuidado y logre agarrarla, notando que tenía una ala fracturada, la arropé con un paño y comencé a restablecerla ya que estaba mojada  temblaba de frio, busque el botiquín de primeros auxilios  le entablille su alita, la inmovilice , a los pocos días estaba mejor, no opuso resistencia a mis cuidados, ella me contaba que las conversaciones no eran de las que mi persona se imaginaba, narraban historias de vida, situaciones y momentos para recordar, hablaban de jerarquía, toma de decisiones  ejecución de las mismas, los peligros que afrontan con los humanos por la supervivencia con los alimentos (arroz, maíz, sorgo, frutas como mango, níspero, ciruelas  demás  manjares de su alimentación). Y que había un guía de correría, desde su habitad a los lugares donde encuentren alimentos, orden de partida y llegada, rutas a tomar, esquivar el peligro a través de unos códigos de conversación. A los pocos días alzó el vuelo y se integró a la bandada en busca de su compañera que había abandonado al estrellarse con una línea eléctrica de alta tensión por ir cotorreando.

Me dejo un escrito en clave, tres defecada en mi libreta de apuntes y entendí como una despedida, también dio gracias por no tenerla cautiva, esclavizada en una jaula, fue libre en mi hogar, en todas las esquinas de la casa interior encontraba una totumita con guineo, mangos, ciruelas y agua fresca cristalina.

Cada mañana asomado al balcón como siempre a la misma hora de la desbandada, espero su saludo al pasar por sobre el techo de mi hogar, se bajan un poco del grupo  me cotorrean al oído.

De regreso en las tardes vece hay estoy escribiendo en la ventana y las oigo pasar con su armoniosito canto, o hablado en idioma cotorrear.

Las aves, los animales y la naturaleza, son seres vivos creados por mi Dios, cada uno con una función específica, solo que no tienen cerebro desarrollado, privilegio de nosotros los humanos, que nos ha de servir para pensar en el bien y no en el mal al mundo.


miércoles, 8 de junio de 2022

UN GATO COMIENDO MAMON EN LA CALLE DE LA PAJUELA

 


 UN GATO COMIENDO MAMON EN LA CALLE DE LA PAJUELA
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano

Avanzaba la noche Sincelejana, en la calle de la Pajuela el rondero recorría la calle por tercera vez, en sus pensamientos recordaba, que en ella La mujer gordita y la flaquita se trenzaron por los cabellos, disputándose el amor de Calixto, ese compositor y acordeonero nacido en Valencia de Jesús Cesar y adoptado por la ciudad Cebuistica de Colombia. Hermosa composición del maestro que al enterarse por otros medios, afiló su mente y tatareo. ”Yo tenía una mujer gruesa y también otra flaquita, la gruesa al verse con fuerza se engañó con la flaquita, esta decía yo no soy Pambele pero te aseguro que no me voy a dejar quitar a Calixto. Dime que tienes tú  que no tenga yo. Dime que le das tú, que no le dé yo.  La flaquita abajo y la gorda arriba gritaba; quítenme a esta Sanguijuela”, mandó a buscar a su cajero estrella  y le dijo; Pega aquí, esa melodía la llamo Calixto “La Sanguijuela.             

Siguiendo con los pensamientos del rondero o celador recordaba que la gordita se le subió en la panza a la flaquita y la gordita  pedía auxilio, pero en un descuido de la gordita, la flaquita se le  prendió con los dientes al ombligo y la gordita  pedía auxilio, quítenme esta Sanguijuela,  vea tuvo que intervenir el rondero y soltarlas de los cabellos, quedándose cada una con un mechón en sus manos, como prueba de la arrastrada la flaquita se los llevó a Calixto y le dijo anoche arrastre a tu Gordita en la calle de la Pajuela, por eso ese sector es famoso  así como lo recuerda el rondero, al igual que los Sincelejanos.

Ya entrada la madrugada, el rondero realiza su recorrido de seguridad, mete el taco de luz hacia una rama de un árbol de mamón y observa detenidamente a un animal de color blanco con negro pegado a un gajo de mamón desconchando y  tragando pepas, al comienzo pensó que era un zorro. Después a una gigante rata, trató de espantarla pero el animal no se movió, sus ojos estaban rojos y su actitud desafiante.           

Comenta el Celoso que él no es miedoso, pero al no saber de qué animal se trataba, dio media vuelta y salió en busca de la escopeta 16 de dos cañones que reposaba en un escondite al fondo de la calle, al regresar, apuntar y disparar, el animal salió lanzado por los aires y maulló, el rondero dijo erda si es un gato, acto seguido y en el aire el rondero escucho que el gato le dijo, amigo disparates por un mamón., sabes que tengo siete vidas y agilidad para esquivar tus nervios. A la mañana cuando los almacenes abrían sus puertas en la calle de la pajuela, el celador afanado narraba su cuento, del gato comiendo mamón, pero desafortunadamente nadie le creyó.

Hoy lo apodan el Gato come mamón.