domingo, 23 de agosto de 2015

“PURA PAJA”

“PURA PAJA”
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano- Región Caribe

Por allá en los años 1950 a 1960 del siglo pasado, existían las monedas de I, II, III, V, X, centavos marcadas en números romanos, las habían de cobre y de plata, encajadas en esos valores se comercializaban los alimentos de la canasta familiar y muchos productos no alimenticios como la madera, la arena y el cascajo que servían para tapar huecos en las calles de los pueblos, había poco cemento, la mayorías de las casas se fabricaban con palmas y embutido de barro con estiércol de ganado, el que estaba un poco cómodo de dinero les colocaba techo de zinc y paredes de madera con figuras talladas, mano de obra de maestros en la materia.

Irwin, un hombre delgado, entrado en los 40 años, tenía una flota de 20 burros cargueros sincronizados como un reloj ferrocarril de Antioquia, sus ocho hijos los dominaban a la perfección, bien temprano salían a cumplir sus labores, unas veces los cargaban con palma de corozo de vaca, otras arriaban arena y cascajo con dos galones de aceite en desusos, cada burro llevaba dos galones, o sea 40 galones y cada galón con arena valía 0.30 centavos, en el día hacían 8 viajes.

Esa era una fuente de empleo para sostener a la familia de Irwin, una de las menos numerosas del pueblo, porque había unas que se componían hasta de 15 hijos, los dos padres y los abuelos, parecía una competencia al que más hijos procreara.

Todos los fines de semana Irwin se apostaba en la cantina de la niña Mariquita, una de las más famosas del pueblo y se bebía la plata de la semana de trabajo, sus hijos no iban a la escuela, tampoco soltaba  los burros para que se orearan del pesado trabajo, los mantenía amarrados en el patio de su casa.

Cuando ya estaba borracho comenzaba a vociferar que tenía $400.oo pesos en el fondo del baúl de madera y los amigos que le acompañaban le gritaban: “Pura Paja”, de esa tertulia, salía una pelea a trompadas, bancos de madera, botellas y canastas de cerveza destrozadas y la cuenta en dinero se incrementaba hasta el cincuenta por ciento, más el valor de los daños causados.

Sacando cuentas, de donde iban a ahorrar esos cuatrocientos pesos que se encontraban depositados en el fondo del baúl, hasta que Honorio amigo de Irwin le aposto 500.oo pesos a que no tenía ese dinero guardado, salieron de la cantina hacia la casa de Irwin a comprobar si esa afirmación era cierta o era una vil mentira y la apuesta iba en serio porque como garante los acompañaba el Alcalde Segundo Rada,  Irwin le habló al oído a su hijo mayor que lo acompañaba y lo mandó a que le dijera a su mujer que escondiera la llave del baúl, cuando la comisión llegó a la casa ya se le había pasado la borrachera al pura paja, sabía que ese dinero era mucho y más para apostarlo.

No pudieron abrir el baúl, entonces el Alcalde con su investidura y el poder que le otorgaba la Ley ordeno traer un hacha y volar la cerradura, el apostador se sostenía firme en su palabra, al abrir el baúl encontraron dos pesos y un recorte de periódico de la capital con una noticia vieja sobre el Avión que se estrelló contra unas vacas en los playones del pueblo y que la dueña del ganado ordenó a Irwin repartir la carne entre los campesinos de la región.

El Alcalde obligó a pagar la apuesta y el perdedor entregó los dos pesos y una huerta sembrada de hierba que tenía el apostador cerca al pueblo, legalizaron escritura y hasta ese día Irwin estuvo en las cantinas, mando a estudiar a sus hijos y unos años después retó a Honorio a que tenía ahorrados un mil pesos en el fondo de la maleta de madera con fuelles de cartón, apostaba la huerta y sus dos pesos que había perdido, pero el amigo no le hizo caso al contrario, colocó en la huerta un letrero que rezaba: “Pura Paja” y por donde quiera que pasaba Irwin lo saludaban con el apodo de “Pura Paja”.

De allí nació ese famoso porro palitiao, emblema y estandarte de la música Sabanera de nuestra hermosa Región Caribe Colombiana, interpretación original de la Sonora Cordobesa en Cumbias y Gaitas.  “Pura Paja”.





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