sábado, 17 de mayo de 2014

TABO, EL BORRACHO

TABO, EL BORRACHO
Por Francisco Carrasco Dïaz
Escritor Caribeño Colombiano.
entrecuentosporrosyfandangos.blogspot.com

A Tabo, su mujer le tocó dejarlo, porque no soportaba sus borracheras todos los días con sus noches, tanto así que perdía las oportunidades de trabajo, primero era paletero, después era prensista en una imprenta, hacia tarjetas, almanaques y revistas, un lunes no llegó al trabajo y lo despidieron el martes que llegó temprano.

Tabo maneja un taxi, es tan de buenas que conduce los mejores motores y trabaja para el norte de la ciudad.

Tabo tiene cuatro hermanos y todos son bebedores de ron, ahora hay tres que se metieron a evangélicos, andan con la biblia debajo el brazo y se olvidaron de las parrandas y desastres que hacían borrachos, se olvidaron de la mala vida que le daban a sus padres y esposas. 

Todo para bien de las familias a la cual pertenecen, porque esos hermanos eran una perdición.

Pero Tabo, no se ha rehabilitado, se ha hecho todo lo imposible, pero ese señor ya no tiene cura ni compostura, figúrense ustedes, que la mamá le prepara un termo con agua de panela y un celagito de ron y él se la bebe y se emborracha.

Una vez, estaba por la plaza de San Nicolás, tirado al lado de un bagazo de caña dulce, donde hacían guarapo, iba pasando le pegó el olor y se emborrachó.

Sus hermanos están pendientes de todos sus movimientos, donde quiera que vaya, se extralimita y deja el vehículo botado, tiene el dueño que ir a recogerlos, a él y al vehículo.

Otra vez lo metieron sus hermanos borracho en una caja de muertos y duró dos días allí dormido, al tercer día despertó, abrió los ojos y miró el panorama, preguntó qué había pasado y desde cuando estaba allí, sus hermanos le contestaron que hacía dos días, se levantó y pidió un trago de ron para festejar que estaba vivo.

Otra prueba que no paso Tabo, fue una vez que estaba tan borracho agarrado de un poste en una esquina de la calle larga, daba péndulos y miraba las casas del  frente, acepto a pasar un amigo vecino de su casa y le pregunto:

¿Aja Tabo que haces agarrado de ese poste?

Tabo le respondió: Es que estoy viendo pasar las casas, en espera de la mía, para entrar.

Y por último Tabo el borrachón, lo metieron sus hermanos en una bóveda desocupada en el cementerio, se quedaron por allí cerca en espera de la reacción al verse metido en una bóveda en el cementerio, durmió tres días, ya en la nochecita como a las nueve despertó, analizo la situación y concluyo que ahora si estaba muerto, pero oyó voces cerca de la bóveda y comenzó a hablar.

“Hey mi llave, hey vecino, en donde estoy”.

Los hermanos se acercaron a la bóveda y le contestaron en coro:

Estas en los infiernos, estas en los infiernos.

Tabo les dijo:

Muchachos, ustedes que tienen más tiempo de estar aquí que yo  y conocen el sector, díganme dónde puedo conseguir  un traguito de ron.


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