sábado, 15 de julio de 2017

S7, S8, S9 – EL CABO LEYTON



S7, S8, S9 – EL CABO LEYTON
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano

En mi pueblo querido reina la camaradería, los sobrenombres están a la orden del día, muy pocas personas se salvan de los apodos, a mi persona me llamaban El Cubita y no conozco a Cuba, hay Cabos, sin Grados, Prensillas y Charretelas, pero al fin cabos, hay uno que pagó el servicio militar, el cabo Leyton sacó su libreta militar, distinción honorifica firmada por el propio Presidente de la Republica de Colombia y de una lo empacaron para una empresa de vigilancia, transcurrieron los años y una noche presentó síntomas  de 9.41 (loco), debido a los trasnochos excesivos.

En la tarde fue al mercado y compró un pescado boca chico salado cienaguero de cholén, yuca y limón, dispuesto a hacer una viuda y desayunar temprano al día siguiente para coger turno. No midió el tiempo, se levantó e hizo su viuda, la dejó reposar y comió hasta no querer más, se alistó y salió a la calle en busca del trasporte que lo llevaría a su trabajo.

El sereno lo saludó y le preguntó qué porque a coger turno a media noche, allí fue donde miró el reloj y sus manecillas marcaban 02:35: 36789 segundos. Se sobó la frente, dio media vuelta y se incrustó en su casa, se subió  a la hamaca y despertó a las 09.00 am, ese día no fue a trabajar, su esposa lo recriminó por su actitud y le dijo Leyton, cero y va una.

La segunda vez que el Cabo Leyton le falló la memoria, se subió a una ruta de bus intermunicipal, puesto de los músicos, ventanilla preferencial y zas, se quedó dormido, un Barranquillero de esos mamadores de gallo y gallina, en una parada de semáforos lo vio por la ventanilla dormido, se le acercó y le coloco con fuerzas los cuatro dedos de la mano derecha en la mejilla de Leyton, este se sobó y siguió soñando, su parada era a mitad de camino, llegó el bus a su destino y el único pasajero que divisó el conductor por el retrovisor fue al Cabo Leyton dormido, babeado y roncando, oiga amigo, despierte para donde va usted, se sobo la cara y dijo voy para el Concord, hombe mi amigo ya está en Santo Tomas. Su esposa lo recriminó por segunda vez, por llegar tarde y con cara de dormido. Cero y van dos.

Y se fue deteriorando el Cabo Leyton, no hay tiempo que más desgaste a un humano que la perdida de sueño, su cabellera blanca, sus pasos cortos, treinta años de trabajo y a falta de edad suficiente para pensionarse, en su puesto de trabajo y junto a sus compañeros, ojo de espía era la consigna General y una específica, reportarse ante el SS, tres veces en la noche  vía radio de comunicación.
SS a S1, Sin novedad SS.  SS a S2, Sin Novedad SS,  SS a S7, Sin Novedad SS.  SS a S8, SS a S8, SS a S8, SS a S9, Sin novedad SS, SS a S10, Sin Novedad SS.
SS a S7 pásele revista a S8 que no contesta al llamado de reporte, llega S7 al puesto de S8  y le pregunta porque no se reportó,  S8 le dice, no a mí no me han llamado. Cero  y van Tres, lo empapelaron y lo mandaron al Psicólogo, de allí al médico general, este le recetó un purgante de paico, después comer Hígado licuado, ojo de vaca en sopas, Zanahoria cruda, bolitas de  lentejas y carne molida, Ensalada de Espinaca y un frasquito de Apetigen.

Su penúltimo evento, sucedió en un transporte Inter-municipal, venia del trabajo, se subió, pago su pasaje, se acomodó y despertó llegando a una estación de policía, allí notó que el bus venia de regreso, preguntó que pasaba y le contaron que un pasajero no quería pagar el pasaje, entonces el conductor dio vueltas y se regresó a la estación de Policía ya Leyton se había pasado del sitio donde se iba a bajar.

Y para cerrar este Cuento lo último que hizo el Cabo, salió bien temprano 05:30 a coger turno de vigilancia, eran las 08:30 y no había llegado, tiempo suficiente de espera para reportarlo, llamaron a su esposa, ella contestó que el salió a las 05:30 a trabajar, el SS le comentó que no había llegado, su esposa lo llamó diez veces y no le contestaba al celular, en un bus Inter-departamental el vecino del puesto A5, codeó a Leyton, oiga señor conteste el celular lo están llamando con insistencia, a, a , a contesto sorprendido el vigilante, aló aló, Leyton mijo usted por dónde anda, contestó voy en el bus para el trabajo, como así, o sea que usted no ha llegado por donde va, y Leyton le pregunta al vecino que en que bus van y por donde se encuentran.

A respuesta del vecino de asiento, este bus va para Cartagena y vamos llegando a Luruaco, le contesta a su esposa, mija este bus y que va con destino a Cartagena y va pasando por Luruaco, a su esposa se le salieron las lágrimas y dijo vea mijo páseme al señor de al lado y le dijo que si él iba para Cartagena le pedía encarecidamente un favor, esperar un poco en la Terminal que ella iba a llamar a un familiar para que recogiera al Cabo Leyton, que al parecer estaba 9.41.

Nuevamente el familiar lo embarcó en Cartagena y lo recomendó al ayudante del bus, que no lo dejara bajar en el camino que en la Terminal de  Barranquilla lo estaban esperando.
Por ultimo a S8, lo valoraron y en la empresa decidieron pensionarlo por Sanidad, por su buen comportamiento y ejemplar servicio le concedieron su pensión al 100%. Su esposa lo atiende y le aplica la fórmula del ojo de vaca en sopa y ya está recuperado totalmente.

Un Cuento enmarcado en la realidad, como casi todos los Cuentos.


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