UN RÍO A DOBLE CALZADA
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano Región Caribe
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano Región Caribe
Pello el hombre de las llaves
pidió unas vacaciones para venir a darle vueltas a sus familiares que ya son
lejanos por los miles de años que lleva administrando, él sabe que sus
generación en la tierra no se ha perdido, con poderes transitorios que le
concedió el patrón. Pipo es uno de sus protegidos, llegó del lejano oriente porque un paisano suyo que
vendía telas lo mandó a traer al paraíso, él vive en Colombia a orilla del
majestuoso río de la magdalena.
Pello por su longevidad le
falló la brújula y vino a dar mucho más abajo de la ciudad del petróleo,
acuatizó en la calle principal llamada la albarrada de la segunda ciudad del
departamento de bolívar, región caribe Colombia, preguntó y le dijeron que
estaba a diez tabacos negros del punto exacto donde se encontraba su pariente,
esa es una distancia bastante lejos, más por el río.
Se acordó de los pocos poderes
transitorios que le concedieron, miró al majestuoso que corría de sur a norte,
contrario a sus pretensiones y dictaminó hacerlo correr a doble calzada, invocó
al altísimo y en presencia de todos los lancheros, chaluperos, canoeros y
público en general por primera y última vez vieron al río corriendo la mitad
hacia el norte y la otra mitad devolviéndose, con un retorno en el Banco
Magdalena y el otro en Barrancabermeja Santander sur Colombia.
Allá en el cielo dejaron
encargado de las llaves a Mateo, el que cobraba los impuestos en una época
lejana, ese que llamó Jesús y lo puso a predicar y pescar hombres de fe, pariente
del que cobra los tributos en el distrito de Barranquilla, observó el circuito cerrado de televisión divisó a la
multitud en el punto Magangué, colocó la cámara telescópica y amplio el radio
de acción y lo que vio lo dejó tirado en el piso con un infarto del miocardio
de la muerte.
Lanchas que subían el rió y canoas
que bajaban cargadas de mercancías hacia bocas de cenizas, el tiempo se acortó
en la distancia de un lugar a otro, el rio se volvió navegable, comenzaron a
llegar los cachacos a la hermosa costa atlántica, venían con el propósito de
conocer el mar, colocar tiendas y negocios, por eso es que esta región está
cambiando sus costumbres.
Pello llegó a su destino en
menos de lo que canta un gallo, que ya cantó. Cuando estuvo en puerto seguro,
miró al cielo que estaba encapotado y se venía un fuerte aguacero, las líneas
imaginarias del río se fueron borrando y el agua del majestuoso rio de la
magdalena colombiano se encausó de sur a norte nuevamente, con un
inconveniente, que no quiso coger una pequeña curva más abajo del Banco y
siguió derecho por el brazo de loba.
Desde entonces no se ha visto
el rió correr a doble calzada, tampoco la principal que corría por la Ciudad Colonial de Mompox y
todos los puertos del departamento del magdalena se han quedado estáticos en
espera que Pello el hombre de las llaves vuelva de vacaciones y coloque todos los ríos
de Colombia a doble calzada, esa sería una buena idea.
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