sábado, 9 de julio de 2016

UN RÍO A DOBLE CALZADA

UN RÍO A DOBLE CALZADA
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano Región Caribe


Pello el hombre de las llaves pidió unas vacaciones para venir a darle vueltas a sus familiares que ya son lejanos por los miles de años que lleva administrando, él sabe que sus generación en la tierra no se ha perdido, con poderes transitorios que le concedió el patrón. Pipo es uno de sus protegidos, llegó del  lejano oriente porque un paisano suyo que vendía telas lo mandó a traer al paraíso, él vive en Colombia a orilla del majestuoso río de la magdalena.

Pello por su longevidad le falló la brújula y vino a dar mucho más abajo de la ciudad del petróleo, acuatizó en la calle principal llamada la albarrada de la segunda ciudad del departamento de bolívar, región caribe Colombia, preguntó y le dijeron que estaba a diez tabacos negros del punto exacto donde se encontraba su pariente, esa es una distancia bastante lejos, más por el río.

Se acordó de los pocos poderes transitorios que le concedieron, miró al majestuoso que corría de sur a norte, contrario a sus pretensiones y dictaminó hacerlo correr a doble calzada, invocó al altísimo y en presencia de todos los lancheros, chaluperos, canoeros y público en general por primera y última vez vieron al río corriendo la mitad hacia el norte y la otra mitad devolviéndose, con un retorno en el Banco Magdalena y el otro en Barrancabermeja Santander sur Colombia.

Allá en el cielo dejaron encargado de las llaves a Mateo, el que cobraba los impuestos en una época lejana, ese que llamó Jesús y lo puso a predicar y pescar hombres de fe, pariente del que cobra los tributos en el distrito de Barranquilla, observó  el circuito cerrado de televisión divisó a la multitud en el punto Magangué, colocó la cámara telescópica y amplio el radio de acción y lo que vio lo dejó tirado en el piso con un infarto del miocardio de la muerte.

Lanchas que subían el rió y canoas que bajaban cargadas de mercancías hacia bocas de cenizas, el tiempo se acortó en la distancia de un lugar a otro, el rio se volvió navegable, comenzaron a llegar los cachacos a la hermosa costa atlántica, venían con el propósito de conocer el mar, colocar tiendas y negocios, por eso es que esta región está cambiando sus costumbres.

Pello llegó a su destino en menos de lo que canta un gallo, que ya cantó. Cuando estuvo en puerto seguro, miró al cielo que estaba encapotado y se venía un fuerte aguacero, las líneas imaginarias del río se fueron borrando y el agua del majestuoso rio de la magdalena colombiano se encausó de sur a norte nuevamente, con un inconveniente, que no quiso coger una pequeña curva más abajo del Banco y siguió derecho por el brazo de loba.

Desde entonces no se ha visto el rió correr a doble calzada, tampoco la principal que corría por la Ciudad Colonial de Mompox y todos los puertos del departamento del magdalena se han quedado estáticos en espera que Pello el hombre de las llaves vuelva de vacaciones y coloque todos los ríos de Colombia a doble calzada, esa sería una buena idea.



No hay comentarios:

Publicar un comentario