LOS ÁNGELES EN LA TIERRA
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano
Recordando "La Espiral de Arquímedes", así es que la vida de los humanos da vueltas y
vueltas, para llegar de nuevo al punto 0, de donde salió. Soy un hombre de
mucha fe, en todos mis actos realizados y por realizar, por eso cuando algún
humano se acerca a mí, ya de antemano se con que intenciones viene, pueden ser
buenas o malas y se encienden las alarmas ultrasonidos que existen en la mente
y el corazón. En esta vida recorrida a mas de mitad de camino, con la cabeza
florecida como un árbol de cañahuate en verano, varias zanjas en mi rostro, recibo con mucho agrado una voz de aliento, una comprensión y en especial el
cariño humano.
Siempre
y a diario a las tres de la madrugada los sensores de la vida me dan otra
oportunidad, de pasar del sueño a la realidad, todo en esta vida debe ser
planeado para que salga muy bien, con mente positiva eso hago, repaso las
vicisitudes por la cual he pasado y me aflora en la mente y mi labios emiten
una sonrisa en razón a que la fe me ha dado valor para salir adelante, después
de la tormenta, viene la calma y los ángeles de la tierra enviados por el divino
no me han dejado claudicar, están a mi derecha y a mi izquierda dirigiendo este
barco, llegan con la razón, la tenacidad y la comprensión, con una hermosura y
su belleza interior, con inteligencia y amor.
Sería
egoísta, nombrar esos ángeles uno por uno, porque son millones de ángeles de la
tierra los que me han dado la mano, un concejo, un abrazo, de tanta importancia
para mí, porque perdí el abrazo de mis progenitores antes de nacer, estos
ángeles discuten con mi persona la
importancia de vivir esta vida en paz y amor, borrando de mi mente la rebeldía
de la incomprensión el porqué y de la hibridación cultural, con parámetros
fundados en valores éticos, sacados del libro Urbanidad del señor Carreño y las
palabras sabias de mi Madre de crianza Isabel María Román Madera, mi ángel en el
cielo.
Hoy,
me encuentro satisfecho, rodeado de ángeles familiares y amistades, mi mundo es
de fe, sólo observo, escucho y analizo esta sociedad convulsionada y a una
velocidad que supera los años luz, seré como el espiral de Arquímedes, daré
vueltas y vueltas al derredor del mundo con mi mente, buscando el punto de
equilibrio entre el ser y la razón, sin detenerme volveré al punto cero de
donde salí con mente sana, para volver a renacer.
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