TIGRE MICHELL
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor Colombiano-Región Caribe
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor Colombiano-Región Caribe
ZIGLIBITHIENS - COSTA DE MARFIL
Rafael Giraldo Vélez, era un antioqueño negociante de cuanto cachivache se pudiera vender o canjear, una vez en el puerto fluvial de la Villa se presentó un circo de carpas procedente de Magangue, en el venían tigres, leones, jirafas, micos, caballos poni, gallinas kiriki y perros inteligentes, su dueño un africano que los tenía entrenados, les daba buena comida, pero no eran animales libres.
Entre los animales del circo sobresalía un Tigre que hacia malabares, intercambiaba la inteligencia humana
con su raciocinio animal y por esas piruetas se ganaba el cariño y aprecio del
público presente y su dueño se ganaba sus pesos.
Una noche bien oscura,
cuando el corcovao desde las serranías de San Lucas en el sur de Bolívar emitía
su rugido y los truenos y centellas brillaban con luz propia, los animales se
inquietaron y formaron desde sus jaulas un zafarrancho que todo el pueblo se
alarmó.
A la mañana siguiente en la
chiva de palos llamada la melón, que trasportaba pasajeros de Corozal a la
Villa, llegó don Rafa Giraldo dispuesto a comprar caballos y mulos, tan pronto
se bajó, el cubita le contó lo que había sucedido anoche en el circo de la
placita.
De inmediato don Rafa
Giraldo se dirigió al circo y habló con el africano su dueño que ya cansado de
recorrer el mundo estaba dispuesto a vender el circo o canjearlo por unos kilos
de bagre o pacora salada, don Rafa estaba interesado en comprarlo, a la media
hora estaban en la Alcaldía elaborando un documento de Compra y Venta y se
llevaron el circo para Medellín.
Don Rafa mandó a un Médico
Veterinario (Basarius), a examinar a los animales encontrando al tigre
malabarista enfermo, lo llevaron para una clínica de animales y cuando lo iban
a inyectar para curarlo, se escapó, cogió calle derecha y fue a dar a una
terminal de trasporte interdepartamental, se metió al baño, dio cinco vueltas
de trompo y se volvió un humano con melena larga, al igual que en el tiempo jipi.
Compró un tiquete con una
plata que le había escondido a su antiguo dueño, en la ventanilla de compra la
señorita le pregunto que si para Barranquilla, él con un movimiento de cabeza
le dijo que si, le preguntó su nombre y con una voz ronca le dijo que Michell,
tigre Michell repitió, se acordó del segundo apellido de su dueño de origen
Africano.
A las doce horas estaba
Tigre Michell en el Paseo de Bolívar de Barranquilla, donde quedaban los
transportes interdepartamentales, el conglomerado lo miraba y murmuraban y ese jipi
negro de donde vino, nojodasss aquí si llega gente rara.
Se orientó y escuchó una
hermosa melodía de corte Africano que le taladraba los oídos, salía de un sitio de cantina, llegó, pidió una cerveza,
dos, tres, y cuatro, se quedó dormido, a la media noche el cantinero lo llamó,
señor, señor despierte es media noche, Tigre Michell levantó la cabeza de Tigre
peló sus colmillos y el tipo cogió calle, todavía no ha regresado, al día
siguiente llegó el dueño del local y se encontró fue con Tigre Michell, quien
le explicó que el cantinero se había marchado y lo dejó encerrado.
A partir de ese momento Tigre
Michell se volvió cantinero, Disjoki y bailador de Salsa, él era africano y ese
sabor inconfundible se lleva en la sangre. Bailaba en tarima y cogió mucha fama
y como los Lompley de música africana venían de Francia y eran exclusivos de
cada Pico, lo que el oído costeño escuchaba, así se llamaba el disco, hasta que
llegó el exclusivo Ziglibithiens de Costa de Marfil,de inmediato le quitaron el sello de la caratula y lo bautizaron Tigre Michell, así sucedio con el ejen, la muha, Akien, la bollona, el
militar, el Giovanni, el Satanás, a Coco, Rapizan, Bote en Bote, Carolina, la
banda, la botellita, la Tota, Mamemá, la Bomba, el Cheque, el Salomón, la turbina y muchos más, que
después de cuatro décadas se siguen escuchando en los bailes, en los hogares,
porque los pico y verbenas desaparecieron de las calles de Barranquilla.
Tigre Michell, un Tigre de
Bengala Africano, nacido en el Costa de Marfil Africa, que recorrió el mundo de circo en circo, hasta que su
inteligencia animal lo convirtió en humano y vino a dar a la hermosa ciudad de
Barranquilla, la puerta de Oro de Colombia, la Arenosa, la Salsera, la Picotera
e inmortal, con sus puertas abiertas de par en par, mis recuerdos Tigre
Michell, amante de la buena Salsa
Africana.
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