sábado, 4 de julio de 2015

PARAGÜITAS, EL DOMADOR DE TIGRES Y LEONES

PARAGÜITAS, EL DOMADOR DE TIGRES Y LEONES
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe.


Paragüitas eran un joven de unos treinta y dos años, que llegó al pueblo unos días antes de la fiesta patronal y fiestas de corralejas.

Inicialmente Paragüitas venía a torear, era mantero, cuando se terminaba la fiesta en el pueblo, se quedaba unos días más, al igual que el circo de don Francisco, un cachaco que no se sabía de donde venía, tenía una silla voladora, tan vieja que un día cuando estaban dando vueltas sus sillas a la altura de cinco metros, se reventó la cadena y el primero que voló por los cielos fue Paragüitas  haciéndole honor al avión cuatrimotor, el único aparato que se veía por esa comarca.

Esa vez don Francisco le tocó correr con todos los gastos de Paragüitas que por su agilidad de mantero logró salirse de la silla y caer en una cerca de cardón, donde lo esperaron unas afiladas puyas.

Por ese hecho, Paragüitas se quedó trabajando en el circo de don Pacho, lidiando los tigres y leones que a vuelta de pocos días le obedecían a paragüitas y se convirtió en el domador del Circo.

Una noche del mes de septiembre, cayó un fuerte aguacero, venía con ráfagas de viento y ocasionó la caída de la gran carpa y el hábitat de los tigres y leones, que al verse libre cogieron playón, buscando refugio en las montañas.

Bien temprano se conformó una comisión de hombres bien armados  con escopetas de tiro 12 y 16 y Balín número 0, especial para matar tigres, como viento en polvorosa se regó en la comarca que los tigres y el león estaban sueltos y los animales y población corrían peligro.

La única persona que no iba armado era paragüitas, solo llevaba tres cáñamos con lazos en las puntas, se internó Paragüitas en la montaña en busca de los dos tigres y el viejo león, rezó lo que sabía, lo mismo hicieron los de la comisión de búsqueda, con la diferencia que iban gritando y acompañados de treinta perros, sería del miedo, mientras que Paragüitas les cogió la parte contraria a al sitio por donde ellos iban, además caminaba en silencio y tenía cuidado de pisar y quebrar basuras para no espantar a los felinos del circo.

En un peladero dentro de la montaña se encontraban los dos tigre y el viejo león, acostados, lamiéndose las patas delanteras, al ver a Paragüitas, se levantaron y salieron hacia él: Paragüitas al verlos se mojó en sus pantalones, pero tuvo el valor de llamarlos por sus nombres: Simba, Zambo, Chombo, sacó sal del bolsillo derecho de su pantalón mojado y a cada uno le dio de comer y les sobaba las cabezas, acto seguido armó los cáñamos y fue colocándoselos a cada uno en el cuello y como si llevara a pasear a tres perros emprendió el camino de regreso para el pueblo, donde la multitud lo ovacionó desde la entrada hasta el circo de don Pacho en la placita.

Volvió don Pacho a agradecerle a Paragüitas por su valentía y amor por los felinos del circo, mientras tanto la comisión de búsqueda llevaba tres noches con sus días en busca de los tres felinos que ya se encontraban en sus respectivas jaulas.

Paragüitas se despidió de los presentes y cogió rumbo desconocido, como siempre lo hacía cada vez que llevaba al pueblo a torear, momentos después de la partida de Paragüitas, se presentó la comisión, argumentando haberle dado de baja a los dos tigres y el viejo león chombo, que había perdido sus colmillos y las garras, por lo tanto no representaba peligro para los humanos.

Los Bravos Bravos que salieron en busca de los animales, fueron sometidos a la burla del pueblo, por no haber encontrado a los felinos del circo de don pacho en algún sitio de la hermosa región caribe, al norte de Colombia.


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