domingo, 19 de julio de 2015

EL GALLO KIRIKI DE MATILDE VS. EL GALLO BASTO DE GUME

EL GALLO KIRIKI DE MATILDE VS. EL GALLO BASTO DE GUME
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe




Cantó el gallo kiriki a las cuatro de la mañana, anunciando que la noche se acabó, lo extraño que Matilde su dueña escucho fue un alargue en su cantar, acompañado de un cierre poco usual: Kikirikiiiiiiiiiiicarajo, aquí mando yooooooo, y le contestó el Gayo de gume: Cocoroyooooooooooooocarajooooo. Aquí mando yooooo. A esa voz de canto, todas las gallinas fueron bajando de las ramas del palo de totumo donde dormían y comentaban esto me huele a pelea.

Gume la señora que vivía al lado izquierdo de la casa de Matilde, escuchó otra cosa al cantar el gallo kiriki de su vecina, se levantó de la cama y codeó a Temistocle su marido y expresó: Oye Temi, ya la señora Matilde se está metiendo con migo tan temprano, y espantando las gallinas, el hombre que estaba en su segundo sueño solo alcanzó a decir tuércele el pescuezo.

Ni corta ni perezosa (Gume), diminutivo de Gumersinda, en bata de dormir, buscó la escoba de varitas y se apostó en la puerta de su casa a tirar escoba, cosa que no le gustaba a Matilde la vecina, quien abrió una hoja de la ventana de madera y le ripostó: Caramba niña no dejas dormir con esa sonajera de escoba, busca juicio.

Y por allí se prendieron los tizones de candela de ambas casas, peor eres tu Matilde que me insultas a las cuatro de la mañana, cantando como gallo kiriki, diciendo que en este barrio mando yo, que te has creído, tú piensas que los demás están pintados en la pared, te voy a torce el pescuezo de una cachetada.

Temi al oír asomos de pelea entre vecinas y conociendo a su mujer, se incorporó de la cama, se colocó en su cuerpo la franela amansa locos de color morada y se asomó a la calle, ya ambas mujeres estaban trenzadas en el piso de tierra jalándose los moños, semi encueras y los transeúntes que iban a buscar agua al pozo, decían ay fue, ay fue, cada vez que Gume, le lanzaba una cachetada a Matilde y viceversa.

Salieron los dos esposos y las apartaron, pero la cosa no se quedaba allí, faltaban los reclamos del porque se insultaron y se pelearon, no sabían a ciencia cierta qué fue lo que pasó, hasta que el Gallo kiriki, nuevamente cantó a las cuatro de la tarde kikirikiiiiicarajo, aquí mando yooooooooooooo. Y le ripostó el Gallo basto de Gume la vecina, Cocoroyooooooocarajo, aquí mando yoooooooooo.

Salió corriendo Matilde para la puerta de la casa de Gumersinda a reclamarle porque su gallo decía que él mandaba en su casa, que en su casa mandaba el galo kiriki que era de buena raza, no como el basto de ella a lo que Gume le respondió que su marido no era ningún gallo basto que si quería se lo echaba a pelear y la confusión fue peor, una chismosa de la cuadra fue y trajo a la policía, quien le exigía a las dos mujeres explicación de lo sucedido y exigió que hablaran una por una que no fueran cotorras.

Gume, pidió un vaso con agua y trató de calmarse porque la sangre le corría por sus venas a velocidades, esa ofensa de que su marido era un gallo basto no la iba a tolerar.

La calle estaba a reventar de curiosos esperando el desenlace de esta tremenda confusión entre estas dos mujeres que se odiaban, solo por el quehacer de sus hogares, si barrían en la puerta de sus casas, como era la escoba, como se vestían, si salían a la calle y muchas cosas más.

Gume le dijo a la autoridad policial que ella estaba semidormida a las cuatro de la mañana, cuando escucho a la vecina que decía que en esa cuadra mandaba ella y le echó un carajo, por eso se levantó a provocarla con su escoba de varitas, además su marido Temi, le dijo que le torciera el pescuezo con una cachetada.

Matilde al escuchar esas locuras de su “vecina”, se defendió y afirmó que el que dice eso es su gallo kiriki, que además el gallo basto de Gume también provoca al mío y yo no digo nada.

A lo que Gume le contestó, sigo pensando que tu marido no es más fino que el mío, allí entendió el policía lo que estaba pasando y la confusión entre el gallo kiriki y el gallo basto de Gume, madaron a buscar a Temi, que explicara porque mandó a su mujer a las cuatro de la mañana a torcerle el pescuezo a la vecina de una cachetada.

Temi explicó que su mujer le dijo a las cuatro de la mañana que si mataba la gallina pescuezo pelao para hacer un sancocho y él le dijo que le torciera el pescuezo, además él estaba dormido y no se acuerda de más nada.

Cuando se pensaba que ya el problema entre las vecinas estaba arreglándose en la puerta de la casa de Gume, vino la vecina del lado derecho a decir que el Gallo kiriki de Matilde se había pasado para el patio de Gueme y había liquidado el gallo basto, corrieron al patio y verdaeramente los gallos estaban tirados al suelo, todavia estaban vivos, cada persona cogio su gallo para hacerlos sancocho.

Cuando nombraron sancocho los dos gallos salieron volando y se desaparecieron, alli terminó la pelea entre Matilde y Gume, quienes a partir de se momento fueron grandes amigas y vecinas de verdad.

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