UNA BROMA A
MI VIEJO
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor
La Mona Angella, hermana del Velocípedo
Maracucho, era una Esbelta mujer, de talla grande, cintura de guitarra, su
padre la tenía controlada porque le gustaba el baile se les escapaba en un cerrar de ojos del
viejo. Pero que va, siempre se salía con las suyas se iba de farra. A las nueve de la noche su papá
la llamaba donde estaba hablando con sus amigas y amigos: Angella, venga a
acostarse, le contestaba: Ya voy apáaa, le decía a sus amigas, muchachas no se
vallan sin mí ya vengo, voy a dormir al viejo que estaba pendiente, cierre con
tranca esa puerta, ya el viejo estaba en su cuarto, sonaba la puerta, sonaba la
tranca y silencio total.
A los quince minutos, cuando el viejo estaba
roncando con el parlante roto, Angella se levantaba sigilosa, tomaba los
zapatos y salía en cuclillas, la puerta no estaba atrancada, menos la tranca
colocada en forma horizontal, cogía calle y le dejaba una luz a la puerta con
una chancla atraverzada, regresaba con sus amigas a las cuatro de la mañana, Cerraba
la puerta con cuidado, atravesaba la tranca y nuevamente en cuclillas a su
cuarto, eso si el velocípedo, su hermano la cuidaba.
El velocípedo Maracucho tenía un vacilón con
una muchacha, siempre llegaba a la casa a buscarlo. Una noche como a las siete,
llegó una esbelta muchacha preguntando por el velocípedo, la atendió el viejo
que ya estaba un poco corto de vista y a oscuras: Buenas noches dice la
muchacha, el viejo le contesta buenas noches, está el Mono, si señorita ya se
lo llamo, le pasó una banca de madera y la mandó a sentar, siéntese aquí
señorita, el viejo se le acercó y sintió el perfume para mí, de Palmolive, era
un perro rejugado con las mujeres.
Cuando el viejo sale a buscar al Velocípedo, la
Joven que era Angella, su hija le dice: Apáaa, no me conoce soy su hija
Angella, el viejo se devuelve, se quita la Abarca y le grita Madeciosea
puñetera y le lanza la abarca con rollete, directo a la nalga derecha, antes de
coger la puerta, por ultimo le grita: Aquí no vienes a dormir.
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