JUANCHO Y JUANCHA
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano – Costa Norte
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano – Costa Norte
Nadie sabe su destino en esta
hermosa vida, digo hermosa porque cada quien la vive a su manera y se siente
identificado por lo que es, Adolfredo es un caballero descendiente de la Raza Indígena
Mocaná, habitada en los municipios de Tubará, nombre indígena, y sus
alrededores. Ado como lo llaman sus familiares es de poco hablar, pasan sus años
para cogerles confianza a las personas desconocidas, pero cuando eso sucede es
un Amigazo.
Nataly, era una joven
agraciada, con porte de reina nacida en María la Alta, montes de maría, región
caribe, criada con ñame espino y leche de vaca con espuma, sus padres se la
llevaron para Barranquilla, tan pronto terminó su bachillerato, buscó trabajo
en el complejo Industrial de la vía 40, maneja una parla vocal que convence al más incrédulo
por sus capacidades.
Adolfredo un trabajador de
máquinas en procesos industriales la recibió y fue el designado para enseñarla
a trabajar, con su timidez fue construyendo una amistad que con el tiempo pasó
a algo más, se ennoviaron y comenzó un proceso en silencio que duró tres años y
medio, como dije al comienzo nadie sabe su destino, así tampoco dejaron ver
rastros de noviazgo, más cuando la empresa no lo permitía, ellos se la
ingeniaron para que sus turnos de trabajo coincidieran, de jefe a colaboradora.
Hasta que un día el valón de
Nataly reventó el fajón de una cuarta que llevaba en su cintura, tratando de
tapar su embarazo y silenciosos llegaron una mañana después de soltar turno,
hablaron con el Sacerdote de una Iglesia Cercana y se Casaron. Nataly afrontó
su proceso sin decir que ese hijo era de su compañero jefe, después del parto
se retiró y se fue a vivir con Ado, bajo el consentimiento familiar.
Ya organizados en el hogar,
Adolfredo comenzó a llamar a Nataly con el nombre de Juancha, en un tono cariñoso y jovial, para el de poco
hablar le era más fácil y descomplicado. Nataly lo llamaba Juancho, así llevan
muchos años, nació el segundo hijo de Juancho con Juancha y con tantos años de
pareja se les olvidó su nombre original.
Por circunstancias de vida, mi
esposa y mi persona nos hicimos amigos de ellos y al momento de la presentación se
identificaron como Juancho y Juancha, curiosidad que nos causó esos dos nombres
entrelazados y no comunes de enlazar. En una tertulia en casa de Juancho, surgió
la pregunta de los nombres entre un masculino y una femenina, se fueron de
risas y carcajadas y el uno le preguntaba a la otra cual eran sus nombres de
pila bautismal, llegando a la conclusión de no acordarse, de allí salió este
Cuento de Juancho y Juancha, jovial manera de vivir la vida en pareja, con el
fin de matizar los inconvenientes de tan largos años juntos.
Una pareja Feliz y unos
verdaderos amigos.
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