LAS LOMBRICES GIGANTES DE “LA BOMBA” EN LA PLACITA
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano-Región Caribe
En el centro de la placita
de mi pueblo había una vieja bomba de sacar agua subsionada con una manigueta
de hierro, que en una época funcionó, antes de que llegara a mí el uso y la
razón, era un muro de cemento cuadrado
de unos 60x60cms, con un tubo de hierro de tres pulgadas en el centro cortado y
achatado en su punta, eso conocimos los muchachos de esos hermosos años
cincuenta del siglo pasado.
Esa plaza de un kilómetro
cuadrado, rodeado de casas, entre ellas las de mis padres de crianza, allí
jugaban los jóvenes en las tardes y los fines de semana, mi persona no
participaba de esos juegos de patear balón, porque mi padre de crianza, tío y
abuelo no me lo permitía, para que nadie me hiciera daño.
Allí, a las cinco de la
mañana, las aves de corral, gallinas, pavos, patos, las cocadas chelecas, los
gallos finos, las palomas tierreritas y las torcazas, después de tirarse del
palo de totumo, se reunían a comer grillos, gusanos, lombrices, y culebrillas,
una mañana entre oscuro y claro a unos treinta minutos de la salida del astro
rey, en esa famosa placita del barrio el Prado, se formó tremenda jarana entre
esas aves.
Sucede que la gallina jabada
sacó de las profundidades de la tierra mojada después de un fuerte aguacero esa
noche una lombriz, el gallo basto Augusto y el pavo, acudieron al llamado de la
gallina para que le ayudaran a sacar tremenda lombriz de dos metros y una
cuarta, que con ella alimentaria a sus doce polluelos de cinco días de haber
salido del cascaron de calcio.
Las cocadas que siempre
andas juntas y caen en manadas a pelear cualquier alimento, al notar la
victoria de la gallina jabada, cayeron en gavilla y se llevaron la presa que con tanto esfuerzo habían sacado y en un
tono burlón le dijeron que siguiera sacando más lombrices.
Augusto un gallo robusto,
bien alimentado, con mucha fuerza cuello en alto, de buena raza, de
descendencia pastusa o boyacense por su
cuello rojo, tomó el mando de las aves y le quitaron la lombriz gigante a las
cocadas que pidieron refuerzos y llegaron las Chelecas con sus ojos rojos y se
formó la jarana.
Cuando se vieron apuradas
porque las demás aves le exigían devolver la lombriz a la gallina jabada,
salieron diciendo que solo era una chanza, una burla, tiempo que aprovechó la lombriz y se contorsionó,
encontró un hueco y en menos de un segundo estaba en el fondo del pozo de la
placita, refrescándose con agua cristalina de más de un siglo atrapada en ese
pozo.
Tan pronto se le enfrío el
cuerpo a la lombriz comenzó a crecer a engruesar y en menos de quince minutos
ya media siete varas y media y comenzó a
subir de las profundidades del pozo, abrió boca y uno por uno fue jalando a las
aves y los animales que estaban protagonizando la jarana en la placita de mi
pueblo.
Joche el leñador hacia su
arribo en su burro blanco barriga negra, le tocaba atravesar la placita de cabo
a rabo, se sorprendió al ver tanto animal reunido a esa hora y solo alcanzó a
decir, que pasaría aquí, fue cuando el tigre que tenía medio cuerpo afuera y el
resto lo tenía la lombriz en su vientre dijo, vea mano Joche menos mal que
usted llegó, sáqueme de aquí, pero el tigre no se acordaba que él le había
matado la burra mojina que Joche tenia esperando un pollinito.
Epaaa, así te quería coger
mano tigre, aquí es donde me las vas a pagar, se bajó Joche del burro, cogió un
cáñamo de guácimo trenzado de cinco metros y se lo amarro al medio tigre por el
cuello y el resto de animales que quedaban vivos jalaron y jalaron, pero el
tigre seguía en el mismo lugar, la que iba saliendo era la gran lombriz, ya llevaba
medio cuerpo afuera del pozo, ya mano Joche en su mente tenia vendido el cuero
del tigre, para hacer un maletín ejecutivo, o un par de Zapatos.
En esas llegó el Pavo Real,
preguntando qué había pasado allí, el Conejo que estaba ansioso de participar,
pero el gallo fino no lo dejaba, le contó
con lujos de detalles, lo que él a su modo vio.
Vea Mr. Pavo, lo que paso es
que esa lombriz gigante salió del pozo se tragó a las aves que comían grillos y
gusanos, entonces vinieron los animales a rescatarlas, pero como el tigre no es
amigo de ninguno de nosotros lo elegimos para defendernos, con tan mala suerte
que se descuidó cuando mano burro apareció en la escena, la lombriz gigante lo
cogió por las dos patas traseras y mire por donde lo lleva.
El Pavo real se fue llenando
de rabia, abrió su paragua, emitió su sonido de canto y la gran lombriz botó a
todos los animales que tenía en su vientre, se encogió y desapareció en las
profundidades del pozo “La Bomba” de la placita, allí se encuentra en compañía
de una gran cantidad de lombrices gigantes, que en las noches salen a comer
insectos, pavos, gallinas, patos, por eso es que se han desaparecido esas aves
de la placita, eso le dijo el Conejo a el Pavo Real, no se sabe si él le creyó
porque ese Conejo es majadero.
Allí en ese mismo sitio de la Jarana de aves y
animales y a la misma hora, en otro amanecer, después de un fuerte aguacero
Joche el leñador se encontró un pescado vivo, tirando sus últimos aletazos de
vida, dicen que la nube se lo trago cuando bebía agua del río san Jorge y
después lo tiró con la lluvia, también dicen que el Lalo, venia de pescar y se
le cayó el bocachico de la ensarta que traía, eso también le dijo tío Conejo a
tío Pavo Real, no se sabe si él le creyó, mi persona está seguro que todo lo
contado en la bomba de la placita, en la Jarana de aves, es verdad.
Allí, en la bomba de la placita habitan las Lombrices Gigantes, porque las ilusiones y fantasías de un niño, perduran en la mente
humana.
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