domingo, 16 de febrero de 2014

EL GRAN CAPITAN

EL GRAN  CAPITAN
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Caribeño Colombiano


En el conglomerado de la placita, del barrio el Prado en la Villa de San Benito Abad, salíamos con varios perros  cazadores, entre ellos el gran capitán, hacia las ensenadas de rincón largo y doña Luisa, sitios a las orillas de las playas de agua dulce, bañadas por el rio san Jorge, en busca de las manadas de Chigüiros o Ponches, para la subsistencia alimentaria en tiempos de escasez.

El gran capitán era un perro grande de colores negro con rayas blancas, parecidas a un lampazo de hamaca, ese perro estaba entrenado para ganarle una pelea a muerte a cualquier animal salvaje.

La odisea más grande protagonizada por ese fiero animal, sucedió en predios de la ciénaga doña Luisa, allí el capitán demostró cual bien entrenado estaba por su amo, para ayudar a conseguir con su fiereza una presa fresca.

Para esa época los chigüiros o ponches los había  en cantidades que pastaban en el pajonal por manadas de hasta veinte unidades. Ellos tienen la característica de internarse a comer hierba y por el camino por donde entraron se devuelven hacia la playa.

Con los perros entrenados  ubicábamos a la orilla de la playa y desde el pajonal les hacíamos bulla para que buscaran el camino de la playa, en ese instante entraban los perros a trabajar, en especial el capitán que venía enredado en la manada de Chigüiros y se tiraba al agua con los ponches y no salía a flote hasta que ganaba la pelea.

Remolinos de agua se formaban en la zona donde cayeron los ponches y el gran capitán,  que a peso de dientes iba eliminando chigüiros a diestra y siniestra.

Advirtiendo que el chigüiro o ponche es un esguazador con sus dientes, debajo del agua.

Traía el gran capitán un ponche en la boca y uno en cada pata, a los pocos minutos se bollaba hasta cinco más para un total de diez animales.

El capitan entro nuevamente al agua y duro dos horas undido, dijimos trae mas chiguiros, no trajo nada, venia rasguñado y con una horeja hendida en dos pedazos, nos quedo la incognita de que fue a buscar el gran capitan.

A los tres meses volvimos a la cienaga de doña luisa, pero el perro se negó a ir, del pajonal salieron cinco chiguiros, con la cara y el hosico de perro y el cuerpo de chiguiro.

Así era "El Gran Capitan, el amigo fiel".






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