EL ARRIERO
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor
Nos vamos a situar en el Corregimiento de Aguas Blanca
Cesar Colombia, a la faldas de la Sierra Nevada, subiendo montaña hay una
planicie llamada “El Diluvio”, allá el Blanco de la Hoz y su hermano Hito,
sembraron veinte hectáreas de maíz, como no había carreteras, sino caminos de
herraduras, la cosecha fue prospera. En el pueblo había dos harrieros con unas
recuas de burros, dispuestos a ser contratados para bajar las cargas de la sierra,
uno era Wilson Barrera, hermano de Edsiarito Barrera que lo nombran en una
canción Vallenata, Wilson poseía 12 burros cargueros.
El otro arriero era Juan Pacheco poseía 13 burros, el
Blanco De la Hoz, negocio el Maíz en Aguas Blanca, donde habían dos depósitos
del Cachaco Botero y el otro de Enrique Royero, quien les adelanto un dinero
para la siembra. El Blanco y mano Hito contrataron a Juan Pacheco para que
bajara la cosecha del diluvio.
A las tres y media de la mañana Juan ensilló sus
burros con sus aperos para subir a la sierra y bajar la cosecha, a las siete ya
Juan había cargado 12 de los trece burros, dejó uno sin carga para el montar,
cuando ya venía a mitad de camino, en un peladero decidió descansar y a cabuya
larga puso a pastar a los burros con carga encima, momento oportuno para contar
los animales, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez,
once y doce, pensó y exclamo “Carajo”, me falta un burro cargado.
La memoria le decía devuélvete a buscar el burro que
te hace falta, se devolvió hacia el diluvio, llego muy asustado y le preguntó a
mano Hito, este le dijo, tu cargaste los trece burros, es posible que te hayas
distraído y se te extravió en la sierra.
El compadre Misael Barreto iba subiendo y se encontró
con los doce burros cargados que por el hierro en la tabla del pescuezo, supo
que eran de su compadre Juan Pacheco, sorprendido se decía que la habrá pasado
al compadre, él no se despega de sus animales, menos cargados, en eso lo divisó
que venía de la sierra un poco cabizbajo.
Lo abordó de inmediato, ajaa compadre Juancho que le
sucede, encontré los burros pastando aquí solos, Juan le dijo Hombree compae
Misa, se me ha extraviado un burro con las dos cargas de maíz, con que le salgo
ahora al Blanco De la Hoz, tan correcto que es él, Misael le dijo cálmese
compadre y me cuenta como se le extravió ese burro, Misael le pregunta cuántos burros cargó usted allá en
el diluvio’, Juan le comenta cargue los trece burros que traje de Aguas blanca.
Misael Barreto, sabiendo que su compadre Juan era muy
acelerado y distraído, en voz alta contó uno por uno los burros; uno, dos tres,
cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce y miró a su compadre
Juan montado en burro número trece, acto seguido soltó unas cincuenta
carcajadas, se revolcaba en la hierba y no daba para decirle a su compadre que
el burro que faltaba estaba cargándolo a él.