EL TORO CANDELILLO, EL HOMBRE ARAÑA Y HULK
Por Matías Cadrazco Blanco (3.8 años)
Futuro Escritor Colombiano
Por Matías Cadrazco Blanco (3.8 años)
Futuro Escritor Colombiano
Mi abo, de abuelo, como lo llamo
desde mis primeras palabras de vida, me cuenta en una hermosa tarde, que el gran
toro Candelillo, que pastaba en los playones de su querido pueblo San Benito
Abad, la Villa, su color Candelillo, su morillo de cincuenta kilos y sus astas
a media luna, temido por su fiereza, con solo un silbido del Nello, el
señor Morón, Carlos bello, o Héctor se venía
sigiloso.
Mi abo me cuenta que un día salió
para palito, llevaba en el cinto un
mocho de lo que fue algún día una rula colín, eso si bien afilada, dispuesto a
llegar al cayo de piña que se encontraba frente al aeropuerto de palito, iba
acompañado del milagroso de la Villa, con el rezo del padre nuestro en latín.
Ya de regreso venia silbando
la Pollera Colrorá, de Wilson Choperena, de
moda en ese lejano tiempo, atravesando el camino playón para entrar por
el volcán o por la charca de María Correa, siente unos pasos de 600 kilos ya
casi pisándole los talones y emprende carrera que alcanzó la máxima velocidad,
como él dice venia volando y el Candelillo detrás, la salvación de mi Abo fue
una termita de más de tres metros de altura, allí legó el Candelillo y le
arrancaba pedazos de barro a él gran muro construido por miles de comején o
termitas.
Antes de que mi Abo continuara
narrando ese episodio yo no aguanté más y le mandé a El hombre araña, quien
amarró por las astas al toro Candelillo, mi Abo vociferaba pidiendo auxilio,
Auxilio, El gran amigo Nello Montes De Oca su salvación en casos difíciles como
el día que se subió en la escalera de la Melón que iba con destino a Sincelejo,
a la distancia el Nello gritó desde su caballo alazán: He, He, He, el Candelillo
se voltio y emprendió carrera hacia el Nello, oportunidad que aprovechó mi Abo
y emprendió feroz carrera hacia el centro de la placita.
Pero yo quedé pendiente que
pasó con el Amigo Nello, el Candelillo ya estaba dándole alcance y saque de mi mente al temido Hulk que se
enfrentó al Candelillo, arrancaron con las astas a más de cien termitas,
cavaron huecos en el playón como si fueran a sembrar cabuyas de arroz y para
remate llegó el hombre araña y le dio una manito a Hulk.
Esa pelea vino a dar al
paralelo 5-4ª del área Metropolitana de Barranquilla, el toro Candelillo
acosado voló de torre en torre y fue a dar a una torre de Corelca de más de
4.000.000 voltios de energía, lo perseguían el hombre araña y el temido Hulk
que en esa ocasión se unieron en contra del toro Candelillo, y por fortuna se
electrocutaron, el Candelillo fue volaba
y volaba y se arrinconó en la huerta entre María Correa y Dioselina de
Hernández, duró una semana allí, en esos días no hubo clases en la escuelas
primarias masculina y femenina de la placita, entorno de la niñez mi Abo a
quien quero y adoro.
Y así fue que pudieron dominar al Candelillo que emprendió
carrera hacia la placita y destruyó las cercas de la estaca, la huerta de
Virino y el callo de bijao de María Librada, iba escoltado por cinco vacas y tres
huelles, encima llevaba al hombre sin cabeza con destino hacia la finca El Siso de propiedad de la
familia Imbett.
La verdad que no podía dejar solo a mi Abo en esa odisea con el
Toro Candelillo y como yo tengo mis aliados le colaboré con El Hombre Araña y
el temido Hulk dos muñequitos con quien juego cuando salgo del colegio y el
hombre sin cabeza que sale en la batalla de flores en los carnavales de
Barranquilla.