sábado, 24 de junio de 2017

MINCHO, EN UN VUELO AÉREO



MINCHO, EN UN VUELO AÉREO
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano

Como de costumbre todos los fines de años, Mincho solía visitar a sus padres que se encontraban residenciados en el Amazona Colombiano, cogía vuelo Corozal Bogotá y luego Bogotá Leticia, esta vez, se encontraba preocupado y su mente estaba turbada por motivos amorosos, él no se había casado y el tren se lo llevó hacen muchos años.

Adalaida, era una mujer bella, de una estatura descomunal, piernas torneadas como las patas de las mesas que fabricaba mi vecino Jero, cabellos lisos largos hasta más allá de  las corvas, en cambio Mincho era bajito regordete y no hablaba bien, esa mujer era su vida y bajada y ella le coqueteaba a sus Fincas, quinientas vacas y una hermosa casa asistida por Matilde la ama de llaves.

Mincho le hizo una llamada por celular a Adalaida, quien quedó en el aeropuerto las brujas de Corozal Sucre, preocupada por el pequeño hombre, en esas suenan las voces en el alto parlante, anunciando un vuelo, celular a la oreja, llega al angar muestra su tiquete lo mandan a subir, lo ubican en su asiento preferencial y zassss, cinturón abrochado, se despide de Adalaida, toma pista el avión y adiós te dije Mincho.

El vuelo llevaba como destino España  Francia, con trasbordo a Egipto y de allí a la Conchinchina, que en menos de diez horas Mincho se encontraba en otro mundo, mirando las luces nocturnas, llevaba en un talego, cinco libras de Malanga, una docena de mangos de zapotes, tres kilos de yuca harinosa y cinco libras de carne de ternero saladas.

Su mamá Guajira y su papá Sucreño, un poquito de alimentos para ambos dos, oscureció, amaneció,  Mincho  en una silla del aeropuerto arropado con una manta gruesa, especial para el frio, un policía lo estuvo custodiando toda la noche, al despertar lo interrogan y dice en lengua castiza con tono sucreño que necesita ayuda que está perdido, le buscan un intérprete de la hermosa lengua castellana y concluyen que en el aeropuerto El Dorado de Bogotá Colombia se equivocaron.

Hacen las vueltas pertinentes para devolverlo y Mincho dice que no se viene, que más bien lo documenten que él se queda trabajando así sea embolando (Lustrando zapatos), al preguntarle los motivos nombra a Adalaida y se le salen las lágrimas, lo llevan a la embajada de Colombia en la Conchinchina y allí está desde que al escritor de este cuento se le ocurrió esta maravillosa idea, con las provisiones que llevaba Mincho, hicieron un Sancocho en la Embajada ya que la esposa del Embajador tenía la Sasón.

Es el Embolador de todos los que llegan a la embajada, es investigador, sabueso y soplón de todo lo que habla, se dice o se comenta en los pasillos de la Embajada, es más ya se olvidó de la espigada Adalaida y está próximo a Pensionarse.


Al que le van a dar, le guardan.

sábado, 17 de junio de 2017

EL CAMIÓN VIEJO DE COMPAÉ LACO



EL CAMIÓN VIEJO DE COMPAÉ LACO
Por Francisco Cadrazco Diaz Román
Escritor Colombiano.Zona Norte


Salió Goyo Pizza Cables, (así fue registrado por funcionarios de la Registraduria Nacional de Colombia), bien temprano de su humilde morada a la carretera que conduce a Maicao Guajira, metió mano a un camión que venia del puerto taquiaito de mercancía que iba para el puerto libre de Maicao, de lejos el conductor pisó frenos y el vehículo se ladio hacia la izquierda de la carretera y fue a dar allá debajo de la zahúrda, como pudo el conductor se salió y subió a la carretera todo aruñado por la mata saja saja, abundante en esa región.

Mano Goyo salió a auxiliarlo y se lo llevo para el hospital, mientras tanto miles de botellas de Wiski se derramaban y cogían zanja hacia el rio Ranchería, que en menos de cinco horas se había convertido en destiladora,  los animales que bebían agua se emborrachaban, las mujeres que lavaban la ropa en sus orillas, tuvieron problemas con los peces, que se lanzaron en brincos cortos a enamorarlas, por ejemplo, el bagre pintao se la dedico a devora y se la quería devorar, el boca chico le lanzaba besos a Cipriana, una morena de dos metros de altura, caderona y hermosa, el barbul atrevido, se fue por petra y le ofreció matrimonio.
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Cuando las autoridades quisieron llegar al sitio del accidente, ya el conejo Cotilino y el mico mono, venían abrazados por la carretera, ambos con una botella de Old Parr, haciendo Zig zag y tirándosele a los vehículos, el burro borracho le cayó una resbusnadera y le buscaba peleas al caballo bayo de mi compadre Nereo, el tigre pintao vociferaba que el se ponía el vestido más bonito, que era tela importado de Aruba, el cerdo se bañaba en el rio a expensas de ahogarse, ya estaba borracho, el pitirri hacia piques al agua y cogía con su pico un traguito de Wiski bien helado.

El único animal que estaba sobrio y que sirvió a las autoridades para esclarecer el accidente fue el Gallo Basto pescuezo pelao llamado pelongo, quien presencio el hecho, manifestando todo lo que observo:  Laco venía en su camión hasta los Teques de Wiski, con dirección del puerto hacia Maicao, mano Goyo salió a la carretera por el camino de los puercos , atravesó el alambre y sacó la manos, Laco lo divisó y pisó los frenos del camión, pero como solo frenaba la llanta izquierda, cogió camino hacia abajo y allí están las consecuencias.

El primero que llegó al lugar fue el conejo, después el mico, el burro y los demás animales que tienen una borrachera, los pescados saltaban a dos metros de alto y volvían a caer al agua, ha, y también llegaron Poncho, María y Ricaurte, los vecinos del otro lado del río y han estado jarreando para su casa, todo el Wiski que han podido, pero ya están borrachos.

Cuando la grúa llego para levantar el vehículo, no encontraba camino porque los árboles se tupieron y el follaje creció a más de cinco metros, ese sitio se volvió una gran montaña, el río se creció, los peces se multiplicaron, la yuca dio cosecha, los campesinos sacaban bultos de ñame, yuca y malanga para Santa Marta, Barranquilla y toda la costa norte de Colombia. A los ancianos los bañaban para que se les quitara el reumatismo.


Tan es así que en las noches de Luna llena, las botellas de Wiski que se desmigajaron con el accidente del compae Laco, alumbran toda la hermosa Guajira y parte del Valle del Cacique Upar y en la Frontera, llegó la abundancia, como hacen cuatro décadas atrás. Hoy reposa en un pedestal la estatua, del Conejo Cotilino y el Mico Mono a orillas de la carretera, donde un día compae Laco le metió los frenos a su viejo camión, por recoger a su compadre Goyo, y un letrero borroso que escribe, manejese con cuidado, animales borrachos en la vía, si señooó

sábado, 10 de junio de 2017

EL TÍO



EL TÍO
Por Francisco Cadrazco Díaz Román
Escritor Colombiano- Zona Norte

En la espesa vegetación de la Sierra Nevada, zona de la etnia Kankuamo, el Tío salía con su hermana La Pelo Tostao, así le decía el cariñosamente, salían a cazar animales de monte para el sustento familiar, él le debía, al que sabemos la vida, a cambio de poderes, mujeres y ron.

Vestía pantalón arregazado abarcas y pare de contar. Por sus malcriadeces en el pueblo, una vez lo fueron a buscar La Policía de Carabineros, eran como cinco, a sabiendas de los poderes que utilizaba el Tío, lo llamaron por su nombre y él los mandó a entrar, tan pronto traspasaron el umbral de la puerta se transformaron, le recibieron un trago de ron de panela y perdieron la cordura y la mentalidad, a los quince minutos salieron todos, el Tío llevaba una escoba al hombre, simulando un Fusil, marchaba y animaba la marcha, detrás los cinco policías en fila india, con la carabina al hombro y su uniforme en izada, en pantaloncillos marcharon por todo el pueblo y fue el hazme reír de la gente.

Después el Tío salió para donde la señora Liliana, ella vendía ron, ese día no le quiso fiar, que hizo el Tío, se sentó al frente de la casa de Liliana, debajo de un frondoso árbol, pidió prestada una olla de barro y le agregó una manguera, la conecto al árbol y esta estilaba el ron de la señora que no le quiso fiar, a la hora, todo el tonel de ron de la tienda de la vecina estaba vacío.

Por esas osadías, volvieron los carabineros con la intención de llevárselo para el calabozo, eran unos cien uniformados, nuevamente tocaron la puerta de la vivienda y la hermana, la pelo Tostao, les gritó que se fueran, que ella no respondía por lo que les pudiera pasar.
Al Tío, cuando le gustaba una mujer, así tuviera marido, le pedía permiso y se la llevaba para las fiesta de tres días y después se la regresaba al marido , sin ningún problema.
Hasta que llegó el susodicho y se lo llevó.

Ese día, se fue con su hermana la Pelo Tostao, a cazar animales de monte, para el sustento de la familia, llevaba una escopeta con cartuchos preparados, le disparó a un venado y mando a su hermana que lo recogiera, le hizo señas que se callara, que venía un animal raro, se le paró al frente, lo miraba fijamente y cada minuto los ojos del animal eran más grande y brillantes.

Comprendió el Tío que era el susodicho, se agachó levantó un pedazo de palo o madera, lo introdujo en la recamara de la escopeta y disparó al animal, este retrocedió del impacto y se incrustó en un frondoso árbol, solo le quedó afuera el hocico para exhalar fuego.

Al minuto, el árbol no le quedó una sola hoja, el follaje se aumentó como colchón de doble fas, a la hora estaba completamente seco el árbol, a los cinco días sus ramas cayeron y solo quedó el tronco, con el animal botando llamas.

Después de eso, el Tío se murió, pero antes de hacerlo, la hamaca se movía sola y en el fogón de leña, había una gran olla de barro con agua hirviendo, se supone que era para pelar a los carabineros. Con él se cierra el siclo de los tres hombres malos.


La tradición sigue su curso, dentro de la etnia Kankuamo, hay una espera para llegar a la máxima altura del saber espiritual y conocimiento ancestral, (Mamo), entre ellos la bella Tía, por herencia sigue su hijo y más tarde un hermoso niño de cuatro años, que ya sus ancestros le han dado señal de su grandeza espiritual, su mamá le dice por dónde andará tu papá, él contesta, no te preocupéis mamá, ya el viene y a los tres minutos, llega su padre, un guía espiritual de una gran familia, hacedor del bien e hijo del Creador.