PAPA ROMA, UN GALLO FINO DE MIL PELEAS
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor Colombiano-Región Caribe
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor Colombiano-Región Caribe
Cuenta la historia que a
este gallo fino le ha tocado pelear hasta con las plumas desde antes de salir
del cascaron, todos los demás polluelos con su pico rompen la cascara que los
cubre, asoman su pico rosado y
bienvenidos a la vida de aves de corral.
Este en especial, salió
antes del tiempo estipulado, se lo encontraron en una finca algodonera,
esperaron a que saliera la luna y lo interpusieron entre el ojo del humano y la
sombra lunar, desde ese momento se volvió lunático, allí estaba pero no se
movía, lo tiraron a al cesto de la basura, él escuchaba lo que los humanos
decían, este huevo no sirve ni para un revoltillo, epaaa, me van a desechar y
como pudo comenzó a hacer fuerzas con el pico delgado y frágil, después utilizó
las pocas plumas que tenía y hasta que logró perforar la capa blanca que lo
cubría, alguien de la casa pasó y notó que el polluelo estaba saliendo del
cascaron, dio aviso de inmediato y comenzó la primera batalla de la vida.
Lo limpiaron, lo cubrieron
con algodón para que se calentara, lo metieron dentro de los senos grandes de
una señora, allí permaneció por tres o cuatro meses, hasta que ya cogió fuerza
suficiente para pisar la arena blanca de un hermoso patio.
Era un pollo de color
blanco, con su cuello y cresta roja, a quien una vecina lo bautizó con el
nombre de papa roma, por su plumaje
blanco, bien cuidado por sus dueños y dispuesto a librar batallas feroces, ya
llevaba una, su mamá lo acostaba en una hamaca y lo mecía hasta que el pollito
se dormía, su abuelo era mal genio, cuando salía del algodón cansado y
con hambre vio la hamaca atravesada en su camino, vociferó y la desguindo de un
lado y la colgó, cuando la mamá venía con el tetero de maíz pilado, no lo
encontró, formo una alharaca y el pollo estaba plácidamente dormido en el seno
de la hamaca.
Se iba con unas gallinas y
pollos a banderear las avionetas que fumigaban el algodón, salían empapados de
paration un insecticida toxico y mortal, sin embargo papa roma se fue
enconchando hasta ser un gallo pequeño, pero fuerte, capaz de pelear una y mil
batallas y salir airoso.
Una vez lo vio un sargento
del ejército y como a él le gustaban los gallos finos para ponerlos en la
cuerda, se inventó que ya estaba bueno para pagar el servicio militar y se lo
llevó, fueron dieciocho meses que papa roma y gallo fino diminuto estuvo con el
fusil entre las alas. El día que juró banderas, su mama y sus hermanos no lo
conocían, el casco le tapaba hasta las orejas, el pantalón talla cuarenta le
daba cuatro vueltas en la cintura, la camisa le llegaban las mangas al puño y
para que les sigo contando.
Eso sí, ese pollo, era
adicto a la diana que sonaba a las cuatro de la mañana, a esa hora cantaba, se
levantaba de primero y cuando los otros soldados se querían levantar, ya él
estaba uniformado de pies a cabeza arropado con su sabana de dotación.
Una vez le concedieron diez
días de permiso por su buen
comportamiento en general, llego el pollo uniformado a su barrio a su cuadra,
se cambió se fue para una verbena con un primo y pasó un bus con el conductor
borracho y atropelló a cuanto pollo, gallo y gallina había en la verbena y al
hospital fue a dar. Otra batalla que libra el gran gallo papa roma, por quien
no daban ni medio peso por su vida.
Papa roma, después de pagar
el servicio militar, con su libreta de primera, estudio en el sena mecánica automotriz, sacaba pecho delante de los grandulones acaba ropas, como
los llamaban en el ejército, en su trabajo se le dio por manejar una tracto mula, no midió bien los espacios laterales y la repicó contra un portón, pero se lleva el orgullo que la manejó, sigue su lucha y ha peleado con cuanto gallo se le
atraviese, eso sí también incluye en estas peleas a las gallinas que lo han
querido desafiar.
Papa Roma un gallo
cincuentón de buena raza y estirpe, responsable y honesto hasta los tuétanos,
muy familiar y agradecido con la alcancía de su abuelo y sus papás, no se
tuerce ni con las temperaturas a más de cuarenta grados, es un filtro en su trabajo,
por eso ya está pensionable, al pan pan y al vino vino, catalogado como uno de
los mejores gallos que han pasado por la cuerda de la empresa, se le mide a
cualquier gallo fino, por muy fino que sean.
Hace cuatro años que sometió
a terminar el bachillerato y sacó las mejores calificaciones, graduándose con
honores, es amante de los cuentos e historias, ha estudiado a los astros en
todas sus dimensiones, en sus noches de insomnio lo acompañan el cinturón de
orión, las siete que brillan, Júpiter, Neptuno, Plutón y habla con ellos, hoy
le tocó la de papa roma, una historia de vida, para un gallo muy inteligente y de
mucha fama.
A pesar de las batallas que
ha librado, no le han podido ganar las apuestas de torcerle el pescuezo y echarlo
pelongo a una olla, con fogón de tres bindes avivada con leña seca y agua hirviendo
con malanga a bordo. eKala.