EL CABALLO DE HERRADURAS AL REVÉS
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor de la Región Caribe- Colombia
Por Francisco Cadrazco Román
Escritor de la Región Caribe- Colombia
Imbastaro Primorí era un
señor entrado en edad, su defecto en la vida era enamorar a las niñas,
comprárselas a sus padres por diez pesos, él había llegado en un barco carguero
desde la Alemania Nazi y se arrinconó en Pisa Bonito.
Una vez pisó mal, se enamoró
de la hija de Rula de dos filos y perdió el año, la bravura y la cordura
mental, al saberlo el padre de la menor, se colgó la Vaina y dentro de ella la
rula afilada en piedra de amolar, lo buscó toda la noche y en la madrugada le
siguió las pisadas de herraduras del caballo de Imbastaro.
La sagacidad del Forastero
llegó a un camino de dos salidas, allí se bajó del caballo, sacó puntillas y
martillo y en un dos por tres le cambio las cuatro herraduras a su caballo, se las colocó al
revés para despistar y cogió el camino derecho, por el camino izquierdo mandó a
un trabajador a todo galope, a tres kilómetros venía Rula, que al llegar a los
dos caminos notó que un caballo venia por el camino derecho y otro caballo iba
por el lado izquierdo, por supuesto que seguía al caballo del camino izquierdo.
Mientras tanto Imbastaro le
llevaba una distancia prudencial difícil de alcanzar, al llegar a Boscanta,
pueblo grande con un cruce de tren abandono su caballo de herraduras al revés,
cogió tren y guardo distancia con Rula que pernotó a las cinco horas al punto
de cruce de tren.
A la primera parada del tren
se bajó y cogió chance en un camión que venía hacia el cruce del tren de donde
partió al dejar su caballo, rula descubrió el caballo en un parqueadero y le
notó que tenía las herraduras al revés y se llenó de rabia hacia el forastero y
juró que se las pagaría, a los pocos minutos venia el tren y se embarcó
siguiendo al forastero.
Imbastaro llego al punto del
tren se bajó del camión buscó su caballo y nuevamente le cambio las herraduras,
llegó a Pisa Bonito buscó a su mujer, alquiló un camión carguero y se le llevó
todo lo que tenía Rula en Casa, sacó un permiso al camión hasta Boscanta y
luego en vez del seguir al norte cogió camino al sur, dejo a su mujer donde
una tía de ella y siguió camino sin rumbo.
Totalmente despistado Rula, retornó a su hogar
encontrando su casa sin sus muebles y pertenencias, entonces se volvió
camionero y recorrió todo el país buscando a Imbastaro y su hija.
Una tarde noche llegó a un
paradero y parqueaderos de carro mulas, se bajó buscó alojo y contemplo la figura ya
vieja de Imbastaro y un niño de un 8 años a su lado, se le acercó le pago el
parqueo del carro mula, lo analizó, detallo y busco la peca roja al lado de la
nariz del viejo y preciso allí estaba.
En horas de la mañana rula
se subió a su camión y siguió a Cartago, entregó mercancía, regresó al sitio
donde estaba Imbastaro, parqueo su Carro mula comió durmió y al día siguiente
cogió carretera, entregó el Carro mula al dueño, le dijo que no trabajaba más,
con la liquidación compró un revolver y se devolvió a arreglar cuentas con el
forastero y rescatar a su única hija.
Las únicas palabras que
escuchó Imbastaro el Alemán fueron: “Imbastaro vengo por mi Hija”, seguido de un
sonido pan pan pan pan pan pan y le vacío los seis tiros que estaban en la
recamara de un Coll Caballo 38 largo pavonado. Hechos sucedidos en este mundo,
donde unos pocos quieren ser más hombres que otros.
Rula afilada de los dos
lados, cogió una moto se alejó de la escena del crimen llegó al comando de policía
entregó el revólver y se acusó culpable en defensa propia por la burla de
Imbastaro y el perjuicio a su hija menor de 14 años, le colocaron en el juicio
un Abogado de Oficio y a los dos meses salió libre de culpas, hoy vive en el
mismo sitio con su hija y un nieto que le dejó el viejo verde de Imbastaro
Primorí un Alemán que huyó de la Guerra de Hitler.
Entre el cielo Y la tierra
solo cabe la Y, lo demás está al descubierto.