TENGAN CUIDADO CON LA COMADREJA
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano Región Caribe.
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Colombiano Región Caribe.
Se secaron las playas de agua dulce del gran
río que nace en el nudo de Paramillo, se cerraron los chorros por donde la
corriente del río mayor fluía sus aguas e invadía territorios de su hermano
menor, tiempo de verano época propicia para improvisar canchas de juegos, donde
el agua un día formaba remolinos y llevaba en sus espaldas taruya y tapones
criaderos de culebras y nido de las famosas hormigas viajeras llamadas
candelillas o ají molido.
Allí venia la Comadreja con
sus crías, cabeza levantada parada en sus dos patas, pendiente a los enemigas
que viajaban en el gran tapón que se desprendió por allá por las altas
cordilleras afluentes del gran río.
Al llegar el río a la curva
de la boca de la metra el tapón se desvió y fue a parar a una de las doce
ensenadas o playas de la gran Villa, se estacionó a dos kilómetros de distancia
del puerto comercial, todos los animales abandonaron su hábitat, menos la
Comadreja, esperó que David estacionara su canoa grande y pesada, que duraría
allí todo el verano. Cinco meses para después ponerla en circulación comercial
y cargarla con plátanos, panelas, yuca, ajonjolí, maíz y arroz, sacado de las
plantaciones de rabón, la sierpe, Cecilia y Ayapel.
En tiempo de abundancia,
cuando los campesinos sembraban y recogían cosechas, la depositaban debajo del
techo de sus casas para esperar el tiempo de invierno, sin saber que un roedor
les iba a causar daño.
Ya instalada la Comadreja
debajo de la canoa de David, un animal netamente recolector, con sus garras
cavó un hueco de cinco metros y conformó su madriguera, de allí salía a buscar
alimento para su gran familia.
La señora Josefina, surtía su
tienda todos los sábados y ya para el día lunes la veía un poco vaciada de
productos, a Joche el carnicero se le perdía una pata de la vaca en un
descuido, a mañe le subsionaban el cántaro de leche y la medida no daba, los
pescados que asoleaban las hermanas pierris, en el patio de su casa, le
faltaban cien bocachico, al sacerdote se le perdían las hostias sin consagrar, a
pocho le sacaban la yuca debajo de la mata y no le dejaban huellas, al joyero
se le pedían anillos, cadenas y sortijas que mandaban a arreglar.
La gente estaba muy preocupada
por lo que les estaba sucediendo, el malamañoso de enriquito no estaba en el
pueblo, se había ido para Venezuela, así que no había a quien echarle las
culpas de todo lo que se perdía.
A los pocos meses comenzó a
llover para el interior del país y el gran río se fue creciendo, lo mismo hizo
el hermano menor y sus aguas se juntaron y desbordaron hacia los pueblos ribereños, la Comadreja olio en el ambiente un aire fresco y mojado y se
alertó, comenzó a subir a la canoa de David, todo lo depositado en su
madriguera, tanto así que la gran canoa se llenó.
La Comadreja dio órdenes a
su cría y partieron sin rumbo conocido dejando una estela de desastre ambiental
a su paso, parecía un huracán de invierno, en verano.
La sorpresa que se llevó el
comerciante David, cuando en compañía de varios amigos y vecinos fue a desencallar
su canoa y la encontraron llena de todos los elementos perdidos durante el
verano en la gran Villa.
De inmediato dieron aviso a
las autoridades del pueblo y a la media hora pasaron a David, sin Goliat,
esposado sin su esposa para el calabozo, en espera de resolverle su situación,
acusado de robo continuado, con una lista de artículos incluyendo las polleras
pollerines, enaguas y morunos de las mujeres del pueblo, los investigadores del
caso encontraron vestigios de una gran cantidad de animales, roedores y
concluyeron la investigación, así:
Aunque no se comprueba que
animal se sustrajo parte de los elementos hallados, recurrimos a la mente y
concluimos que esa si puede arrear todo lo que pasa por ella, por muy grande o
pesado que sea lo transportado.
Por lo anterior se le
devuelve la reputación al señor David, pidiéndoles disculpas públicas por el
daño causado en su moral, también se le entrega su canoa con todos los elementos
encontrados en ella, dándole la oportunidad de citar al pueblo para que cada
persona reconociera y recuperara sus elementos, solo falta por recoger las
prendas íntimas.
La Canoa de David fue
removida por el agua de la ensenada y allí en el hueco donde la comadreja vivió
por espacio de cinco meses, se forma un remolino que todo el que pasa por él,
se desaparece, el último en desaparecer fue el Pipe, de allí en adelante a ese
enorme remolino en mitad del gran río San Jorge, hermano menor del Cauca, le
llaman “El remolino de la Pipa”.
Moraleja: Tengan cuidado con
las Comadrejas.