UNA JAURIA DE PERROS
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Caribeño Colombiano
Por Francisco Cadrazco Díaz
Escritor Caribeño Colombiano
Por motivos estrictamente del
querer de unos pocos habitantes y del Gobierno Municipal de AQUÍ NO ESTOY, el
secretario de Salud, decidió sacrificar a los trescientos cincuenta perros
callejeros que habían en el pueblo y sus alrededores, argumentando que los Can
se estaban multiplicando con una facilidad que superaba el número de niños que
habitaban el municipio.
Días antes le tiraron el pitazo
a Superman, un perro negro con blanco, largo como una gacela, tan grande, que
no necesitaban escaleras para bajar los cocos de la finca Belarcazar, de
propiedad de Mano Sico, Superman con su estatura, los alcanzaba y los pelaba con sus garras, era
el líder de la manada, solo era dar una orden y había perros en huelga.
El segundo Can, al mando se
llamaba Sincronizado, por ser un perro callejero que comía en la fonda de la
Control y dormía en la puerta del palacio, sabia de política y de implementación
de medidas correctivas, más cuando las perras se alborotaban y ponían las
calles patas para arriba, a él, no le gustaban esos espectáculos de dos por
uno, como las mercancías en los almacenes de los cachacos, en el paseo Bolívar
de Quilla.
El orden y la cordura, reinaban
entre los animales más fieles que tiene el hombre, por sobre de sus mujeres,
esto lo decían los abuelos, siempre que regresaban del monte, acompañado de su
mascotas y veinte conejos, que habían capturado.
Sincronizado, llamó a
Tertulia, otro perro, quien iba pasando por la plaza y le dio una orden:
Ven
acá Tertulia, diríjase a la finca Belarcazar y le informa a Superman que la Autoridad
Sanitaria, nos va a eliminar, que tome las decisiones y estamos prestos a
cumplirlas, entendido.
Si señor entendido, contestó
el can.
Salió Tertulia hacia su
destino específico, cogió playón afuera para cortar camino y ahorrase tres
kilómetros de distancia, mas por evitar encontrarse con su enemigo Placido, un
perro grande desgarbado y pleitisco, tenía más de cincuenta sajadas en su piel
y vivía lleno de pulgas, ese era unos de los motivos que tenía el Secretario de
Salud, para querer eliminarlos, pero como en los animales también hay
desaseados, desaliñados y estrafalarios en su andar y vestir, como en los
humanos.
Cuatro horas y cinco minutos
en su reloj ferrocarril de Antioquia, fue el tiempo que empleo el Can en llegar
ante su superior jerárquico, dando tres vueltas a su alrededor y percatarse que
el rabo que tenía su jefe, no era el de él y acto seguido manifestarle que:
Jefe mandó a decir el señor
Sincronizado que el Secretario de Gobierno Municipal, el domingo nos van a
eliminar.
Dio media vuelta y retorno al pueblo, llego donde Sincronizado y
le dio parte sin novedad, al estilo militar.
Solo fueron esas palabras
escuetas, las que el perro loco de Tertulia le informó a su jefe, que en su
mente de perro y como había un campeonato de futbol entre Can, en los
corregimientos y caseríos; Superman entendió un desafío entre la Secretaría y
los Can para el partido el Domingo.
Toda la noche Superman
planeo las estrategias futbolísticas para ganarle el partido a la Alcaldía y
formó su selección con los mejores Can, teniendo en cuenta fuerza, equilibrio y
habilidad.
Nomina:
1-. Concordia
2.- Jaminton
3.- Forastero
4.- Miñero
5.- Cuadriculado
7.- Pelele
8.- Falciao
9.- Ricarena
10.- Teocrito
11.- Tapa fijo, el arquero.
2.- Jaminton
3.- Forastero
4.- Miñero
5.- Cuadriculado
7.- Pelele
8.- Falciao
9.- Ricarena
10.- Teocrito
11.- Tapa fijo, el arquero.
Once Can, de los mejores, más
aseados y jóvenes que podían acabar con la hegemonía del equipo contrario.
Superman, bien temprano
mando una razón a Sincronizado con Paleta, un perro joven brioso e inteligente
con las siguientes instrucciones:
Todos los Can del municipio,
en gesto de buen agrado al pueblo, desfilaremos por las siete calles y después
nos dirigiremos a la cacha de la ciudad infantil, donde daremos una muestra de
juego limpio y derrotaremos a los contrarios.
Mientras los Can planeaban
estrategias de juego, el Secretario de Gobierno preparaba las trescientas vacunas
para eliminar a todos los Can que hay en
el municipio, con instrucciones precisas
y concisas de no dejar a ninguno vivo.
Como ya todo estaba
preparado, claro y entendido entre los Can, no se dijo más nada, hasta el día
viernes que Sincronizado notó que el grupo de funcionarios de la secretaria de salud,
lo miraban al salir y entrar al recinto del palacio y sus secretarías.
No le gustó esa jugada y se
alertó, preguntó e indagó como buen sabueso y concluyo que había exterminio de
Can en todo el municipio y sus corregimientos, sin decir nada partió para
reunirse con su jefe Superman que al llegar Sincronizado se sorprendió porque
este nunca lo había visitado en su palacio de la finca.
Le contó los pormenores y
concluyeron que Tertulia rompió la cadena de información y tergiverso los
términos de la misma, pero todo estaba a tiempo de enmendar, llamo a Gacela una
perra ágil y correntona, para que diera aviso a toda la comunidad perruna, las
hembras y cachorros buscaran refugio y los perros, perros de verdad se
reunirían en el playón de Orozco, para formar la más grande Jauría de perros,
en contra de los funcionarios públicos y su secretaría de Salud.
Dieron aviso a otros
municipios y a estos se unieron a la causa de no exterminio en contra del más
fiel amigo del hombre, le mandaron mensajes de humo a los defensores de los
animales y a todo aquel que gustaba de mascotas, que los crían, como si fueran
sus hijos.
El día domingo, las camionetas
y las brigadas estaban en la puerta del recinto gubernamental, el templo de la
justicia municipal y todos sus anexos, lo que notaron los funcionarios es que Sincronizado
no estaba, tampoco Tertulia que se mantenía por ese lugar, fueron a solicitar
por ellos a la fonda de la control, ella le mostró la comida de la tarde de
ambos can, que no llegaron.
Partieron del punto cero los
funcionarios de la brigada de salud, para que los Can del municipio después de
la vacuna estuvieran sanos, sin paracitos en su cuerpo y se viera esa población
robusta, más que venía una visita de la Secretaria de Salud Departamental, a
certificar y justificar el gasto de la jornada.
No habían pasado diez minutos
cuando divisaron por la carretera destapada una nube de polvorín, típico en fiesta de marzo, cuando
entran de todo el territorio los vehículos y fieles seguidores del santo
patrono de ese pueblo y dejan el camino empolvado como la cucarachita Martina y
toda su familia.
A un lado los vehículos, que
viene un huracán, fue la orden del director de la misión, y sorprendidos vieron
pasar a más de quinientos perros de cuatro patas, traía la lengua afuera,
pelaban sus colmillos y el ultimo en pasar se frenó frente a la caravana de
salud, exactamente ante el director, se paró en sus dos patas delanteras, pelo
sus hermosos colmillos de diez centímetros de largo, curvados y brillantes y emitió
un gruñido de advertencia, acto seguido siguió su marcha.
Poquitas quedaron las cuatro
calles del pueblo, parecía unas carreras de a caballo el día de San Pedro y San
pablo, fuera puercos, gallinas y patos de sus calles, todos sus habitantes
cerraron sus puertas y los portones, típicos de las casas de los ricos, que los
pobres entran por ella, cuando el blanco se los ordena y por allí salen, solo
una mirada para la sala, para observar los hermosos muebles.
La brigada se devolvió para
el punto cero, allí llegó Superman, Sincronizado y Gacela, mientras que la
jauría recorría por tercer ves las calles polvorientas del pueblo.
El Director se entró al
reciento por el miedo y temor que le infundió Superman unos minutos antes en la
carretera, Habló Sincronizado, llamado el guardián de la Alcaldía, por
permanecer en la entrada de la misma por más de cinco años.
Ese día todos los
funcionarios y presentes, entre ellos, la comisión de Defensores de animales y
dos representantes de ONG, escucharon a un Can, jalarse un discurso y aclaró
las cosas entre los dos entes, que duraron aplaudiendo a Sincronizado, acto
seguido el director salió y manifestó que no era exterminio canino, la brigada
era de salud y bienestar para todos los Can del municipio, contra los parásitos
que cargaban tanto dentro de su cuerpo como por fuera,, refiriéndose este último
ítem, a las pulgas que los tenia flacos y se les estaba cayendo la piel.
Sincronizado, encogió el
rabo y se escondió detrás de Superman, su jefe, este le dijo no temas Sincro,
que solo es un pinchacito y listo, aclarado el impase, a causa de la mala comunicación al
pronunciarse, desde Sincronizado, Tertulia y Superman, hasta los funcionarios
de la secretaria de salud municipal, al mirar varias veces de reojos a Sincronizado,
el guardián de la Alcaldía.
Acordaron jugar el partido
de Futbol entre los dos equipos a las tres de la tarde, los Jefes Can,
reunieron a la jauría, mandaron a buscar a sus hembras y cachorros, quienes
recibieron una dosis de vacuna contra los parásitos enquistados en su cuerpo,
contra los enquistados en la Alcaldía, en el consejo, las secretarias y todos
los puestos públicos, que les echaban la culpa a Sincronizado, por su presencia
en la entrada al recinto, de la población Canina del municipio, más pobres y
apartado de la civilización, donde los Can, superan a la población infantil.
Como el estadio no tiene
gradas, ni graduados, que velen por el buen estado del mismo, todos los Can
presentes, al lado derecho y los habitantes, hinchas del equipo anfitrión a la
izquierda, los dos directores técnicos en su cuadriculo, árbitros vestidos de negro al centro, con un balón de vejiga de puerco
inflado, las barras gritando y coreando a su equipo, suena el pitazo, concordia
capitán de campo de los Can, organiza el equipo, se corre Miñero por la banda
derecha, por la izquierda va Cuadriculado, alza su pata derecha delantera,
porque la trasera es para anunciar que va a orinarse, Miñero lo observa y le
hace cruce de vejiga de puerco, la baja con el pecho Cuadri, la recibe de
cabeza y orejas Pelele, le hace un túnel a Picho, la recibe Teocrito y de media
bolea, la manda al fondo de la red, anotando el único gol del encuentro, donde
los Can se llevaron la victoria.
En los últimos minutos se formó una gresca entre
Pelele, Falcido y Teocrito, contra tres miembros del equipo municipal, se
amenazaron y dijeron que los iban a denunciar por prevaricato u omisión en sus
cargos, esto fue calmado por Superman y el Director de Salud, quienes se vieron
el partido de Futbol en compañía de sus esposas e hijos, entre ellos, Gacela la
perra más bonita de la región, a quien el hijo del Alcalde le tenía puesto el
ojo para echarle el lazo y llevársela de mascota.
Recordando el discurso que
se jaló Sincronizado en la puerta de la Alcaldía de Aquí no estoy, sus últimas
palabras fueron:
“Los
humanos, los inteligentes, los que toman decisiones, unas buenas y otras malas,
los que pueden hablar, los que manejan la cosa pública, el dinero, los que van
a los colegios, Universidades y hasta Harvard a especializarse, a hacer
doctorados, se creen que los animales no tenemos cerebro y pensamientos, no
tenemos alma y corazón, nosotros, a los que nos han llamado Perros,
despectivamente, a quienes nos culpan de sus olores malos, nos echan como Can, quisiera
yo, que me dieran dos días de habla como en este instante, que ya me sonaron la
campanita, anunciando que se me acabaron los minutos de intervención y me van a
cerrar los micrófonos, decirles a todo los humanos del mundo que los queremos y
los amamos a pesar de ser Perros, pero menos perros que los masculinos y
femeninos de su especie y por último, los perros cuadrúpedos queremos y exigimos a los humanos
que estudian la Veterinaria, y la genética, nos den solución para no quedarnos
pegados y recibir piedras, patadas, insultos y hasta agua helada, cuando
estamos haciendo el amor”.
He
dicho.